publicado en la Jornada Morelos el 14 de diciembre de 2015
Dos de las preguntas claves del desarrollo
económico de un país han sido: Para una sociedad determinada, ¿cuál debe ser el
salario mínimo aceptable? Y, además, si
dicho salario mínimo debe alcanzar para la adquisición de los alimentos
necesarios o también para cubrir gastos en salud, educación y cultura. La
respuesta a estas preguntas identifica el grado de compromiso de los gobiernos
con el bienestar de su población y si, realmente, quieren reducir la brecha
económico entre los que tienen altos ingresos y los que no.
Este
sábado 12 de diciembre, en La Jornada, Fabiola Martínez reportó que la “Comisión
Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) decidió un aumento de 4.2 por
ciento para esta percepción. A partir del 1º de enero próximo, el minisalario
será en todo el país de 73 pesos con cuatro centavos al día, es decir, un
incremento de 2.94 pesos por jornada respecto del nivel actual de 70.10”; que
hace unas semanas se había homologada en todos el país. También, reportó que “el
titular de la comisión, Basilio González Núñez, sostuvo que el minisalario
tendrá, al cierre de 2015, una recuperación en términos reales de 4.39 por
ciento”. Y este individuo, “en conferencia de prensa posterior, le preguntaba a
la clase trabajadora ¿qué preferiría, un salario mínimo o no seguir teniendo
empleo? Y terminó señalando que el siguiente paso debe ser romper la atadura
del vínculo no formal entre el incremento del salario mínimo y los incrementos
salariales en la contratación colectiva federal y local”. (http://www.jornada.unam.mx/2015/12/12/sociedad/033n1soc. Visitada en 20151212).
Con relación a la recuperación del
valor real del salario mínimo, Arturo Sánchez Jiménez, también en La Jornada,
reportó que “…A diferencia de muchos países
de América Latina, en los cuales el salario mínimo se ha recuperado en los
pasados 20 años, México ha mostrado pérdida persistente del poder adquisitivo
en las tres recientes décadas, según María Cristina Bayón, del Instituto de
Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM. También, expuso que los porcentajes
de variaciones anuales del salario mínimo –en términos reales– entre 2000 y
2013, …para Brasil, Ecuador, Honduras y Uruguay mostraron signos de
recuperación, mientras en nuestro país los índices fueron exiguos y el rezago,
evidente. Al vincular los ingresos referidos y las líneas de pobreza per cápita
entre 2002 y 2011, México fue la única nación de entre 22 de América Latina y
el Caribe por debajo de este último rubro” (http://www.jornada.unam.mx/2015/12/12/sociedad/033n2soc. Visitada en 20151212).
Con
relación al aumento otorgado, según Laura Gómez Flores, La Jornada, hace seis
días, “el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa,
solicitó una reunión formal a los secretarios del Trabajo y Previsión Social,
Jesús Alfonso Navarrete Prida, y al presidente de la Comisión Nacional de
Salarios Mínimos, Basilio González, para presentarles los estudios que
sustentan un incremento a los salarios mínimos a 86.33 pesos” (http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2015/12/06/mancera-propone-que-salario-minimo-sea-de-86-33-pesos-3166.html. Visitada en 20151212).
En
México, la Constitución Política establece que el salario mínimo debe alcanzar
por lo menos para satisfacer las necesidades alimentarias de una familia. La canasta
básica es, según el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), “un conjunto de bienes y servicios indispensables para
que una familia pueda satisfacer sus necesidades básicas de consumo a partir de
su ingreso. Para determinar el contenido final en la canasta básica, se toman
en cuenta familias promedio, ingresos y encuestas. La Encuesta Ingreso-Gasto de
los Hogares (ENIGH) emitida por el INEGI proporciona los gastos asociados de
los hogares en 580 bienes y servicios, agrupados en las categorías siguientes:
alimentos, bebidas y tabaco; ropa, calzado y accesorios; vivienda; muebles,
aparatos y accesorios domésticos; salud y cuidado personal; transporte;
educación y esparcimiento, así como otros servicios”. Así, el INPC definió que
el precio de la canasta básica para este mes de octubre equivalía a 88.76 pesos
diarios, si la compra se hacía al menor precio que era ofertado en un Tianguis
(http://elinpc.com.mx/canasta-basica-mexicana. Visitada en 20151212).
También existe la llamada canasta alimenticia
recomendable que, según reportó Miguel Ángel Pallares, en El Universal, “un
estudio del Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM señala que para
comprar dicha canasta se requerían de 179.85 pesos en un Tianguis (http://archivo.eluniversal.com.mx/finanzas-cartera/2014/impreso/se-requieren-192-diarios-por-canasta-basica-estudio-114013.html. Visitada en 20151212).
Finalmente,
señalaremos que en mayo de este año, Anthony B. Atkinson, en un libro publicado
por la Universidad de Harvard, titulado “Inequidad: ¿qué se puede hacer?”,
propone analizar detalladamente los siguientes instrumentos: salarios mínimos
apropiados, seguridad en el empleo, fondo de capital para ayuda a adultos
jóvenes y descuentos en impuestos a los más necesitados. También, recalca el
apropiado uso de la tecnología y sugiere políticas públicas que garanticen que
el cambio tecnológico impulse a la innovación, aumentando el empleo y
enfatizando la dimensión humana en la provisión de servicios.
En Morelos, debemos definir el máximo tipo de
estado benefactor que podamos alcanzar e identificar el precio de nuestra
canasta básica, así como el precio de nuestra canasta alimenticia recomendable
y también cuál sería el precio de nuestra canasta ampliada, que además de
alimentación incluya salud, educación y recreación. Juntos los sectores público,
privado y social debemos trabajar para reducir la inequidad.
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