publicado en La Jornada Morelos el 11 de abril de 2016
Desde principios de este mes, el “Programa
Hoy No Circula” (PHNC) que ha sido implantado de manera obligatoria en la Zona
Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) y con aplicación más endurecida por
la actual contingencia ambiental, es el centro de muchas críticas, la mayoría
desmedida e injusta. El verdadero problema es el efecto negativo del neblumo,
principalmente ozono y partículas de carbón microscópicas, en la salud de las
personas que viven en esa zona. Por lo que debemos analizar ¿para qué se puso en
marcha el PHNC? Y, lo más importante, ¿cómo solucionamos este grave problema de
salud?
Está demostrado
que para ciertos volúmenes de ozono y de PM en el aire que respiramos se causan
efectos nocivos en nuestra salud, principalmente en las vías respiratorias, que
impactan en la morbilidad y aún en la mortalidad de seres humanos.
Desafortunadamente, por cuestiones climáticas, durante los meses de febrero,
marzo y abril de cada año, ocurren inversiones térmicas y alta radiación solar
en la ZMCM, que es un valle medio-cerrado por montañas. Dicha situación favorece la existencia de contingencias ambientales.
Hace más de 20
años se implantó el PHNC solo con la finalidad de reducir el número de
vehículos privados que transitan cada día por la ZMCM. El objetivo es correcto
y su hipótesis está bien: al circular menos coches privados se emiten menos
contaminantes, se generan menos ozono y PM, y hay un menor número de enfermos.
Sin embargo, para algunos este programa es culpable de un sinnúmero de males:
las personas compran otros coches, las personas usan sus coches lo más posible
sin cambiar a otra modalidad, los verificentros son corruptos, el transporte
colectivo es deficiente y está saturado, no se incluyó a los vehículos con
placas federales, la industria no ha sido controlada, no se han mejorado las gasolinas,
se desperdicia el valioso tiempo de la persona que viaja solo en su coche particular,
y aún aseguran que no resolvió el problema de movilidad y transporte, y que no
garantiza que no haya más contingencias.
La solución
técnica al problema de la contaminación por neblumo en el aire se conoce desde
hace tiempo y se ha aplicado en otros países: vehículos más eficientes en la
combustión de gasolinas, diesel y gas natural; mejores convertidores
catalíticos y filtros; combustibles menos contaminantes; mantenimiento adecuado
de las unidades; uso de vehículos eléctricos híbridos o totales; mejoras en las
calderas industriales; captura de gases contaminantes de las industrias y
talleres; programas de ahorro y uso eficiente de la energía; fomento al uso
sustentable de la energía; reducir el peso del vehículo por pasajero; y movilidad
de personas en transporte colectivo eficiente, seguro y de calidad, entre
otros. Además, como cualquier solución técnica a un problema ambiental requiere
del apoyo de políticas públicas que motiven la participación decidida de la
población.
El verdadero
problema es cultural, ya que valoramos mucho más al individuo que a la
colectividad. En la ZMCM, menos del treinta por ciento se traslada en coche
particular y el resto en un transporte colectivo que es insuficiente y, en
general, sucio, ineficiente y contaminante. Nuestro desarrollo se basa en solo
eficiencia económica, sin disminuir ganancias por mejorar la calidad ambiental.
Se gasta inversión pública para aumentar la movilidad de una persona, en vez de
invertir más en el transporte de muchas.
Cambiemos a
impulsar el desarrollo sustentable para beneficio de nuestra sociedad al
considerar simultáneamente aspectos técnicos, sociales, ambientales y
económicos.
En
Morelos, debemos lograr que la ampliación del libramiento sea el último
homenaje absurdo al automóvil y desarrollemos una movilidad y transporte al
servicio de la comunidad y el ambiente.