El periódico The New York Times, el 9 de noviembre pasado, publicó un reportaje de Carl Zimmer sobre los resultados que podemos esperar en el futuro cercano de algunos desarrollos científicos. Como él explica, los científicos no pueden decir qué descubrirán en 10 años, pero al analizar muy cuidadosamente lo que sus colegas y ellos mismos están haciendo en su campo de investigación, sí tienen esperanzas fundadas de lo que se podrá descubrir en el año 2011. A continuación se presentan las predicciones de líderes científicos en diversos campos, que independientemente de su cumplimiento, presentan una visión de los objetivos que pueden alcanzar.
(http://www.nytimes.com/interactive/2010/11/09/science/20111109_next_feature.html?ref=science)
Heidi B. Hammel, investigadora titular del Instituto de Ciencia Espacial, habló sobre la nave espacial Amanecer que en julio de 2011 llegará y girará alrededor del gran asteroide llamado “Vesta”, que mide de ancho unos 500 kilómetros, se encuentra cerca de Júpiter y se formó, como los otros asteroides, con el nacimiento del sistema solar, hace unos 4.6 mil millones de años. Espera conocer si tiene un núcleo pesado y si cuenta con campo magnético. Después, el Amanecer partirá a visitar otro gran asteroide llamado Ceres, con minerales que pueden contener agua y, tal vez, tenga una atmósfera débil. Los astrónomos confían que, de la comparación entre estos dos asteroides, se pueda saber más sobre la formación temprana de los planetas.
Jane McGonical, directora de la División de Investigación sobre Juegos, del Instituto para el Futuro, mencionó que saldrán diversos juegos sobre los derechos humanos de las mujeres y el cambio climático, y sobre innovaciones médicas que jugaran los propios doctores. Ella recuerda que la revista Nature, el pasado agosto, publicó un artículo sobre el desenvolvimiento de proteínas que tuvo 56 mil coautores, ya que investigadores de la Universidad de Washington le pidieron a ese número de personas que “jugaran” en sus computadoras personales un videojuego llamado Foldit. Al usar sus computadoras y competir entre ellos, avanzaron el conocimiento científico sobre la estructura de las proteínas. Con lo que juegos no convencionales tendrán fuerte impacto sobre la vida real.
Michael J. McPhaden, científico titular del Laboratorio Ambiental Marino del Pacífico, lidera un proyecto internacional llamado Dynamo para medir las variaciones en temperatura del Océano Índico, que producen cambios mayores en la atmósfera y tienen efectos en todo el planeta; por ejemplo, en los monzones de la India, la cantidad de lluvia en el noroeste de los Estados Unidos o la formación de huracanes en el Atlántico. Su objetivo es conocer las condiciones que causan estas oscilaciones y predecir sus efectos.
Ken Caldeira, del Instituto Carneige, analizará el avance que han tenido los modelos sobre el conocimiento del clima mundial. Cada cierto número de años el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático publica reportes que presentan el estado de la ciencia climática y qué se puede esperar del clima mundial en el futuro. En el reporte publicado en 2007, se estimó que la temperatura global podría aumentar entre 1.1 y 6.4 grados centígrados para el año 2100, dependiendo de las actividades humanas. Es de suma importancia mejorar de manera continua los modelos y los datos y supuestos para conocer mejor las causas y efectos de este problema de consecuencias catastróficas para la humanidad.
David Haussler, director del Centro de Ciencia Biomolecular de la Universidad de California en Santa Cruz, asegura que en el próximo año se leerá mucho sobre la secuenciación del genoma de individuos y el efecto que tendrá en su salud particular. Hace sólo 15 años y con una inversión de 3 mil millones de dólares se descifró el primer genoma humano, ahora el costo del estudio para una persona se ha reducido a 20 mil dólares y se espera baje aún más. Él espera que en el próximo año se obtengan ya resultados sobre la secuenciación de 25 mil genomas de una gran variedad de cánceres, así como los primeros genomas de células del sistema inmune; lo que avanzará la cura individualizada de pacientes con cáncer.
Charles M. Vest, presidente de la Academia Nacional de Ingeniería de los Estados Unidos, espera una nueva era de la ingeniería basada en el conocimiento de procesos biológicos. Ejemplo sorprendente es el desarrollo de bacterias incorporadas al concreto, que al formarse fisuras en el material las “despiertan” y éstas segregan arcillas que “curan” al concreto. Y también algunas áreas de la ingeniería tratan de imitar procesos biológicos, como los llevados a cabo durante la evolución de las especies.
André A. Fenton, profesor del Centro de Neurociencias de la Universidad de Nueva York, por décadas ha buscado en el cerebro humano por los elementos químicos que hacen la memoria. Su grupo ha descubierto que los recuerdos se forman a través del contacto entre neuronas y ese contacto es a través de “brazos” que contienen a la llamada molécula PKMzeta que mantiene los recuerdos. Si ésta se suprime la memoria desaparece. Por primera vez en la historia, los científicos podrán “ver” un recuerdo.
Steven Strogatz, professor de matemáticas aplicadas en la Universidad de Cornell, señala que las computadoras hacen cada veces actividades humanas, como operar trenes o darnos instrucciones de tráfico para llegar a nuestro destino. También, nos recuerda que el ingeniero HodLipson y sus estudiantes crearon en Cornellun robot científico que nombraron Eurega y que por la simple observación de un péndulo pudo redescubrir algunas de las leyes de Newton. El propio Strogatz y sus alumnos tienen un “científico automatizado” que está buscando patrones ocultos en las redes de proteínas que rompen los alimentos en células útiles. Así, se está modificando la manera de hacer ciencia, ya no sólo por inspiración de algunos.
En Morelos, es necesario planear y financiar el avance científico y tecnológico en función de las importantes áreas del conocimiento en que se desarrolla investigación básica de frontera, no podemos pensar en llegar a la sociedad del conocimiento con sólo decir que se impulsará a la innovación tecnológica en áreas por definir que puedan tener o no relevancia con los empresarios locales.
27 dic 2010
20 dic 2010
Éxito de la negociación multilateral en Cancún
La COP 16 en Cancún obtuvo acuerdos que no han sido analizados a profundidad por la comunidad académica y los medios de comunicación nacionales. Hemos tenido que documentarnos en el extranjero para conocer las primeras opiniones razonadas sobre lo sucedido en esta reunión de la Organización de las Naciones Unidas, que presidió México. Todos debemos saber que el Cambio Climático es en la actualidad el mayor peligro global que enfrenta el desarrollo de la humanidad. El antecedente a esta reunión es el fracaso de las negociaciones de hace un año en Copenhague, donde se ratificó la enorme diversidad de acciones propuestas por cada país, según sus conocimientos científicos, sus avances tecnológicos y sus prioridades políticas, económicas y sociales.
El Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE, por sus siglas en inglés) que es la mayor asociación de ingenieros en el mundo, publicó en su prestigiada revista Spectrum que los resultados de la conferencia de Cambio Climático en Cancún sobrepasaron las expectativas y representan un avance real con relación a la conferencia del año pasado en Copenhague. El conjunto de acuerdos significa un paso formal en el tema que no se había tomado por años dentro del marco de la Organización de las Naciones Unidas y fue adoptada por consenso, casi unánime, a favor estuvieron 192 países y sólo Bolivia votó en contra. Considera que se tienen importantes acuerdos específicos y además es el vehículo para establecer compromisos vinculantes sin la necesidad de más tratados espectaculares. En particular, señala que hay dos temas de gran importancia: la continuidad en el seguimiento al Protocolo de Kioto y el restablecimiento de la cooperación de largo plazo. En el primer tema, destacan la firma por parte de Estados Unidos, porque concede implícitamente que necesita redoblar esfuerzos para reducir sus emisiones de carbón, y también el convencer a Japón de que abandonará su idea original de ya terminar dicho Protocolo. En el segundo, destacan el compromiso de los países en desarrollo para reportar regularmente sus cifras de emisiones y de aceptar que sean verificadas; la creación de un Fondo Climático Verde para que los países ricos canalicen apoyo económico a los pobres; la puesta en marcha de un mecanismo para que los países puedan ser recompensados por sus esfuerzos para evitar la deforestación; y el establecimiento del compromiso de que todos los países deben, tan pronto como sea posible, llegar al pico máximo de sus emisiones. La firma de China de este último punto es en sí un reconocimiento a que pronto deberá hacer un mayor esfuerzo para reducir sus emisiones.
La revista Scientific American, la de mayor circulación internacional para la divulgación de la ciencia, destaca a su vez el nuevo consenso acordado en Cancún que define un camino para las negociaciones internacionales que permita combatir el cambio climático global. Da como ejemplo las palabras del negociador en jefe de la delegación de Estados Unidos: “se aprobaron propuestas complejas que en Copenhague eran sólo ideas… este paquete no resolverá por sí solo el cambio climático pero es un buen paso hacia adelante…”. Consigna que por primera vez los países en desarrollo incorporan metas de reducción de gases de efecto invernadero dentro del proceso de negociación internacional. Otro tema relevante es el compromiso de que las acciones de adaptación al cambio climático son tan importantes como las de mitigación. También, es de gran importancia la aprobación del Programa para Reducir las Emisiones por la Deforestación y la Degradación de los Bosques en Países en Desarrollo (REDD, por sus siglas en inglés) ya que se estableció un marco de acción global para detener la deforestación, proveer la adaptación de la población vulnerable y revertir retos peligrosos para el clima.
The Economist, revista liberal inglesa de gran influencia política a nivel mundial, reconoce de inicio las pocas expectativas que tenía sobre los resultados de la COP 16 en Cancún y señala que se produjeron nuevos y modestos acuerdos. Sin embargo, destaca el enorme esfuerzo diplomático realizado por la delegación mexicana que presidía la reunión. Describe cómo la lectura de la versión final del acuerdo mereció una ovación estando de pie todas las delegaciones menos una. Indica que aplaudían no sólo por el documento, aplaudían por los esfuerzos diplomáticos de la Presidencia mexicana y también porque se había retomado el camino de los negociaciones multilaterales después del fracaso de Copenhague. Bolivia se quedó aislada y por consenso los otros 193 países acordaron que los Acuerdos de Cancún se convirtieran en obligaciones de la Organización de las Naciones Unidas. Describen que los textos aprobados establecen un conjunto de nuevos procesos: reducir las acciones de deforestación en los países en desarrollo, con financiamiento de los países desarrollados; crear un nuevo fondo de largo plazo por 100 mil millones de dólares, a negociar cada año entre las partes, que será manejado por un órgano independiente; establecer un marco para tomar acciones de adaptación; e iniciar un nuevo programa sobre transferencia de tecnología. También recalcan que el sistema de Naciones Unidas tiene ahora muchos más elementos para combatir el cambio climático que sólo el Protocolo de Kioto.
La última visión analizada es la expresada por Greenpeace International, organismo no gubernamental que encabeza el movimiento ecologista en el mundo, que señala los gobiernos decidieron escoger la esperanza sobre el miedo y reconstruir los cimientos para alcanzar un acuerdo global que combata el cambio climático, poniendo de lado diferencias mayores y comprometiéndose a llegar a acuerdos, por primera vez en muchos años. Señalan los puntos que deben ser trabajados para realmente combatir el cambio climático: determinar países financiadores para que funcione el Fondo Verde; reforzar el acuerdo REDD en los próximos meses; y especificar por país sus metas de emisiones, ya que aceptaron las reducciones deben estar entre 25 y 40 por ciento para el 2020, de acuerdo con lineamientos científicos.
México no puede perder el liderazgo alcanzado en el tema y debe mostrar congruencia, al establecer acciones en todos y cada uno de los acuerdos alcanzados, de tal forma que se tengan avances reales para la COP 17 en Sudáfrica. Morelos, acorde con los planteamientos nacionales, debe identificar las acciones específicas en que participará y definir grupos responsables que definan proyectos con actividades calendarizadas, y se concreten los presupuestos necesarios por parte del gobierno y de los empresarios. Todavía falta mucho por hacer para frenar el cambio climático.
El Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE, por sus siglas en inglés) que es la mayor asociación de ingenieros en el mundo, publicó en su prestigiada revista Spectrum que los resultados de la conferencia de Cambio Climático en Cancún sobrepasaron las expectativas y representan un avance real con relación a la conferencia del año pasado en Copenhague. El conjunto de acuerdos significa un paso formal en el tema que no se había tomado por años dentro del marco de la Organización de las Naciones Unidas y fue adoptada por consenso, casi unánime, a favor estuvieron 192 países y sólo Bolivia votó en contra. Considera que se tienen importantes acuerdos específicos y además es el vehículo para establecer compromisos vinculantes sin la necesidad de más tratados espectaculares. En particular, señala que hay dos temas de gran importancia: la continuidad en el seguimiento al Protocolo de Kioto y el restablecimiento de la cooperación de largo plazo. En el primer tema, destacan la firma por parte de Estados Unidos, porque concede implícitamente que necesita redoblar esfuerzos para reducir sus emisiones de carbón, y también el convencer a Japón de que abandonará su idea original de ya terminar dicho Protocolo. En el segundo, destacan el compromiso de los países en desarrollo para reportar regularmente sus cifras de emisiones y de aceptar que sean verificadas; la creación de un Fondo Climático Verde para que los países ricos canalicen apoyo económico a los pobres; la puesta en marcha de un mecanismo para que los países puedan ser recompensados por sus esfuerzos para evitar la deforestación; y el establecimiento del compromiso de que todos los países deben, tan pronto como sea posible, llegar al pico máximo de sus emisiones. La firma de China de este último punto es en sí un reconocimiento a que pronto deberá hacer un mayor esfuerzo para reducir sus emisiones.
La revista Scientific American, la de mayor circulación internacional para la divulgación de la ciencia, destaca a su vez el nuevo consenso acordado en Cancún que define un camino para las negociaciones internacionales que permita combatir el cambio climático global. Da como ejemplo las palabras del negociador en jefe de la delegación de Estados Unidos: “se aprobaron propuestas complejas que en Copenhague eran sólo ideas… este paquete no resolverá por sí solo el cambio climático pero es un buen paso hacia adelante…”. Consigna que por primera vez los países en desarrollo incorporan metas de reducción de gases de efecto invernadero dentro del proceso de negociación internacional. Otro tema relevante es el compromiso de que las acciones de adaptación al cambio climático son tan importantes como las de mitigación. También, es de gran importancia la aprobación del Programa para Reducir las Emisiones por la Deforestación y la Degradación de los Bosques en Países en Desarrollo (REDD, por sus siglas en inglés) ya que se estableció un marco de acción global para detener la deforestación, proveer la adaptación de la población vulnerable y revertir retos peligrosos para el clima.
The Economist, revista liberal inglesa de gran influencia política a nivel mundial, reconoce de inicio las pocas expectativas que tenía sobre los resultados de la COP 16 en Cancún y señala que se produjeron nuevos y modestos acuerdos. Sin embargo, destaca el enorme esfuerzo diplomático realizado por la delegación mexicana que presidía la reunión. Describe cómo la lectura de la versión final del acuerdo mereció una ovación estando de pie todas las delegaciones menos una. Indica que aplaudían no sólo por el documento, aplaudían por los esfuerzos diplomáticos de la Presidencia mexicana y también porque se había retomado el camino de los negociaciones multilaterales después del fracaso de Copenhague. Bolivia se quedó aislada y por consenso los otros 193 países acordaron que los Acuerdos de Cancún se convirtieran en obligaciones de la Organización de las Naciones Unidas. Describen que los textos aprobados establecen un conjunto de nuevos procesos: reducir las acciones de deforestación en los países en desarrollo, con financiamiento de los países desarrollados; crear un nuevo fondo de largo plazo por 100 mil millones de dólares, a negociar cada año entre las partes, que será manejado por un órgano independiente; establecer un marco para tomar acciones de adaptación; e iniciar un nuevo programa sobre transferencia de tecnología. También recalcan que el sistema de Naciones Unidas tiene ahora muchos más elementos para combatir el cambio climático que sólo el Protocolo de Kioto.
La última visión analizada es la expresada por Greenpeace International, organismo no gubernamental que encabeza el movimiento ecologista en el mundo, que señala los gobiernos decidieron escoger la esperanza sobre el miedo y reconstruir los cimientos para alcanzar un acuerdo global que combata el cambio climático, poniendo de lado diferencias mayores y comprometiéndose a llegar a acuerdos, por primera vez en muchos años. Señalan los puntos que deben ser trabajados para realmente combatir el cambio climático: determinar países financiadores para que funcione el Fondo Verde; reforzar el acuerdo REDD en los próximos meses; y especificar por país sus metas de emisiones, ya que aceptaron las reducciones deben estar entre 25 y 40 por ciento para el 2020, de acuerdo con lineamientos científicos.
México no puede perder el liderazgo alcanzado en el tema y debe mostrar congruencia, al establecer acciones en todos y cada uno de los acuerdos alcanzados, de tal forma que se tengan avances reales para la COP 17 en Sudáfrica. Morelos, acorde con los planteamientos nacionales, debe identificar las acciones específicas en que participará y definir grupos responsables que definan proyectos con actividades calendarizadas, y se concreten los presupuestos necesarios por parte del gobierno y de los empresarios. Todavía falta mucho por hacer para frenar el cambio climático.
13 dic 2010
La persona como agente de cambio
El Instituto Mexicano de Investigación de Familia y Población AC (IMIFAP) ha implantado una estrategia de desarrollo que fomenta una ciudadanía participativa con salud y altos niveles de educación y productividad. Este año cumplieron 25 años, trabajando exitosamente con base en el principio de Amartya Sen, Premio Nobel de Economía 1998: “el desarrollo debe concebirse como un proceso de expansión de las libertades reales con las que cuentan las personas”; como ya hemos tratado con anterioridad en Crear Futuros. Su estrategia primordial se centra en facilitar el crecimiento de las capacidades y derechos de cada individuo como ciudadano, de manera que pueda tomar decisiones responsables y ampliar sus alternativas de vida en los campos de la interacción social, económica, política, educativa, médica y psicológica.
Para guiar a las personas a tomar los pasos necesarios para su desarrollo personal crearon un “Marco para facilitar el Empoderamiento” que tiene cuatro objetivos: reducir barreras psicológicas tales como vergüenza, culpa y miedo para enfrentar la independencia por medio del desarrollo de habilidades para la vida; promover la internalización de que los cambios de conducta son posibles y están bajo el control del individuo; fortalecer cambios de comportamiento a través de la formación de maestros y promotores comunitarios, del cabildeo con las autoridades locales y de la diseminación de la información al público tanto en el idioma oficial como en lenguas indígenas; e instrumentar programas interactivos y soportados por materiales dinámicos.
La doctora Susan Pick, fundadora y presidenta del IMIFAP, investigadora Titular C de la Facultad de Psicología, de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel III, y Jenna Sirkin publicaron el libro Breaking the Poverty Cycle: The Human Basis for Sustainable Development (que tradujeron como “Pobreza: Cómo romper el ciclo a partir del desarrollo humano”), Oxford University Press 2010, donde explican cómo se han logrado instrumentar una serie de programas y estrategias que han llevado a una toma de decisiones informada, libre, autónoma y responsable en los sectores más vulnerables de la sociedad, que está basado en más de 25 años de investigación teórica y experiencia práctica.
Un tema fundamental que han investigado es la capacitación de autoridades gubernamentales para implantar políticas de descentralización. En particular, entrevistaron a autoridades estatales y municipales en México para conocer sus necesidades y las dificultades encontradas para poner en marcha acciones de descentralización (S. Pick et al, Capacity building for decentralization in Mexico: a psychosocial approach, International Journal of Public Sector Management, Vol. 20, Numbers 2 y 3, 2007). Sus hallazgos indican que los principales problemas para la implantación de estas acciones son la falta de claridad en la asignación de recursos, en los procesos de toma de decisión y en los asuntos legales involucrados.
La descentralización, en este contexto, significa ampliar los derechos políticos y civiles de los servidores públicos y de los ciudadanos. Los resultados de su investigación implican que existe confusión sobre los procedimientos mismos para tomar decisiones y formular políticas públicas, aunado a una mentalidad de temor y desconfianza. Lo más probable, indican, es que estas malas cualidades han sido inculcadas y exacerbadas por décadas de imposiciones de un gobierno centralizado; donde las autoridades estatales y municipales han aprendido que es más importante satisfacer a sus jefes que tomar decisiones autónomas. Rescatar la condición en que las personas son agentes de cambio es de suma importancia.
El entrenamiento es fundamental y empieza con capacitar a las personas para que sean competentes al plantear sus problemas específicos. Señalan que, desde un punto de vista psicológico, los conceptos necesarios para que una persona trate una situación difícil con confianza y de manera socialmente competente son, entre otros: ser agente de cambio, ser eficaz, tener autoestima, contar con determinación, poder autorregularse, tener control de uno mismo, empoderarse de la situación, tener autonomía de acción y actuar de manera individual.
Estamos convencidos, como el IMIFAP, de que para luchar contra la pobreza se necesita expandir las libertades y capacidades individuales. El desarrollo de habilidades personales permite a las personas tomar nuevas oportunidades eliminando barreras psicológicas y sociales. La clave, nos señalan, es enseñar a los individuos a expresar sus opiniones, pensar independientemente, y tomar decisiones informadas.
En Morelos, como ellos llevan haciendo por 25 años, se deben establecer programas que faciliten el desarrollo personal y ayuden a crear escuelas exitosas, comunidades observantes de la ley, servicios de salud más rentables y participación democrática.
Para guiar a las personas a tomar los pasos necesarios para su desarrollo personal crearon un “Marco para facilitar el Empoderamiento” que tiene cuatro objetivos: reducir barreras psicológicas tales como vergüenza, culpa y miedo para enfrentar la independencia por medio del desarrollo de habilidades para la vida; promover la internalización de que los cambios de conducta son posibles y están bajo el control del individuo; fortalecer cambios de comportamiento a través de la formación de maestros y promotores comunitarios, del cabildeo con las autoridades locales y de la diseminación de la información al público tanto en el idioma oficial como en lenguas indígenas; e instrumentar programas interactivos y soportados por materiales dinámicos.
La doctora Susan Pick, fundadora y presidenta del IMIFAP, investigadora Titular C de la Facultad de Psicología, de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel III, y Jenna Sirkin publicaron el libro Breaking the Poverty Cycle: The Human Basis for Sustainable Development (que tradujeron como “Pobreza: Cómo romper el ciclo a partir del desarrollo humano”), Oxford University Press 2010, donde explican cómo se han logrado instrumentar una serie de programas y estrategias que han llevado a una toma de decisiones informada, libre, autónoma y responsable en los sectores más vulnerables de la sociedad, que está basado en más de 25 años de investigación teórica y experiencia práctica.
Un tema fundamental que han investigado es la capacitación de autoridades gubernamentales para implantar políticas de descentralización. En particular, entrevistaron a autoridades estatales y municipales en México para conocer sus necesidades y las dificultades encontradas para poner en marcha acciones de descentralización (S. Pick et al, Capacity building for decentralization in Mexico: a psychosocial approach, International Journal of Public Sector Management, Vol. 20, Numbers 2 y 3, 2007). Sus hallazgos indican que los principales problemas para la implantación de estas acciones son la falta de claridad en la asignación de recursos, en los procesos de toma de decisión y en los asuntos legales involucrados.
La descentralización, en este contexto, significa ampliar los derechos políticos y civiles de los servidores públicos y de los ciudadanos. Los resultados de su investigación implican que existe confusión sobre los procedimientos mismos para tomar decisiones y formular políticas públicas, aunado a una mentalidad de temor y desconfianza. Lo más probable, indican, es que estas malas cualidades han sido inculcadas y exacerbadas por décadas de imposiciones de un gobierno centralizado; donde las autoridades estatales y municipales han aprendido que es más importante satisfacer a sus jefes que tomar decisiones autónomas. Rescatar la condición en que las personas son agentes de cambio es de suma importancia.
El entrenamiento es fundamental y empieza con capacitar a las personas para que sean competentes al plantear sus problemas específicos. Señalan que, desde un punto de vista psicológico, los conceptos necesarios para que una persona trate una situación difícil con confianza y de manera socialmente competente son, entre otros: ser agente de cambio, ser eficaz, tener autoestima, contar con determinación, poder autorregularse, tener control de uno mismo, empoderarse de la situación, tener autonomía de acción y actuar de manera individual.
Estamos convencidos, como el IMIFAP, de que para luchar contra la pobreza se necesita expandir las libertades y capacidades individuales. El desarrollo de habilidades personales permite a las personas tomar nuevas oportunidades eliminando barreras psicológicas y sociales. La clave, nos señalan, es enseñar a los individuos a expresar sus opiniones, pensar independientemente, y tomar decisiones informadas.
En Morelos, como ellos llevan haciendo por 25 años, se deben establecer programas que faciliten el desarrollo personal y ayuden a crear escuelas exitosas, comunidades observantes de la ley, servicios de salud más rentables y participación democrática.
6 dic 2010
Acciones empresariales contra el Cambio Climático
La participación del sector privado es fundamental para alcanzar reducciones significativas en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera y actuar contra el Cambio Climático. Es imperioso que los gobiernos acuerden con el sector empresarial las acciones de comando y control necesarias, así como los incentivos requeridos, para alcanzar los objetivos de mitigación y adaptación identificados por la comunidad científica y tecnológica.
Hace un año, el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) publicó recomendaciones sobre las actividades que debe realizar el sector empresarial, con apoyo de los gobiernos, para reducir los impactos del Cambio Climático. Formaron un grupo de trabajo compuesto por personal idóneo de ochenta compañías asociadas al WEF y por cerca de cuarenta expertos de universidades, organizaciones no gubernamentales e instituciones del sector público. El propósito fue diseñar un plan de acción ambientalmente efectivo y económicamente eficiente. La clave de las recomendaciones se sustenta en una alianza público–privada que construya mecanismos de colaboración en las áreas de inversión, eficiencia energética, desarrollo tecnológico y métrica común, que fomenten la inversión y la innovación privadas a una escala suficiente para transformar los sistemas industriales mundiales en unas cuantas décadas.
Establecieron que esta propuesta, catalogada como “de abajo hacia arriba” es necesaria para lograr acuerdos del tipo “arriba hacia abajo” como los que establecen las naciones en reuniones multinacionales; por ejemplo, en la COP-16, que se está llevando en Cancún. Consideran que esta nueva dimensión es de importancia para los gobiernos por las siguientes razones: un esfuerzo más orientado a los resultados en eficiencia energética, tecnología, inversión, deforestación y adaptación es imprescindible para darle credibilidad a las metas de mediano plazo establecidas por los acuerdos de las Naciones Unidas; dada la enorme cantidad de recursos que se requiere invertir y el reciente deterioro de las finanzas públicas de la mayoría de los países, es fundamental una mayor participación del capital y de la tecnología de las empresa privadas de los países desarrollados para apoyar el progreso de los países en vías de desarrollo, y al considerar que tomará más tiempo llegar a acuerdos globales en esta materia, es muy importante redoblar esfuerzos en acciones concretas.
La eficiencia energética es la estrategia disponible más efectiva para cambiar rápidamente la huella de carbón de la mayoría de las economías y mitigar emisiones de GEI. La Agencia Internacional de Energía (AIE) considera que aumentos en la eficiencia energética podrían llegar a reducir en 50 por ciento el monto de reducción potencial de GEI y, lo que es más importante, llevar a cabo estas reducciones se pagaría totalmente con los ahorros energéticos realizados.
Además, estiman que el potencial de tecnologías clave ya existentes para reducir emisiones de carbón es hasta del 11 por ciento del monto de la reducción potencial para el año 2030 y hasta del 27 por ciento al 2050. Avanzar en estas reducciones requiere de mayores inversiones en ciencia y tecnología, y la implantación masiva de sus innovaciones. La reducción del riesgo en la inversión de estas actividades es posible con proyectos conjuntos entre los sectores público y privado.
Indican que el 75 por ciento de la infraestructura energética mundial que será necesaria al año 2030 todavía está por construirse. Según la AIE, la mayoría de estos proyectos será en las economías emergentes; en particular, en China e India. Los costos estimados varían pero los países en vías de desarrollo deberán invertir cientos de miles de millones de dólares en tecnologías bajas en carbón durante los próximos 15 años. No se puede esperar que estos montos de financiamiento sólo provengan de la asistencia para el desarrollo de los países industrializados o de mecanismos internacionales, como el mecanismo de desarrollo limpio. El mayor potencial de financiamiento será de inversionistas institucionales como los fondos de pensiones, las compañías de seguros y los bancos privados, entre otros.
Es imprescindible que las empresas reporten públicamente el impacto que cada una tiene con relación al Cambio Climático. Sólo con el establecimiento de un método de análisis común será posible consolidar la información y hacer comparaciones relevantes, y establecer metas significativas para que los mercados financieros internalicen aspectos ambientales cruciales en la asignación de capital.
Evitar la deforestación es otro de los mecanismos importantes para alcanzar los objetivos en la reducción de emisiones de GEI. Estiman que una cuarta parte de la reducción potencial podría resultar de mantener el uso del suelo actual y establecer economías basadas en el uso sustentable de los recursos vegetales en el planeta.
En Morelos se deben establecer políticas públicas para acelerar las acciones empresariales de mitigación y adaptación al Cambio Climático, tales como: incorporar al sector privado en la planeación, establecer los incentivos necesarios, implantar criterios operacionales para la adecuada gestión ambiental de las empresas y financiar conjuntamente las innovaciones tecnológicas necesarias.
Hace un año, el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) publicó recomendaciones sobre las actividades que debe realizar el sector empresarial, con apoyo de los gobiernos, para reducir los impactos del Cambio Climático. Formaron un grupo de trabajo compuesto por personal idóneo de ochenta compañías asociadas al WEF y por cerca de cuarenta expertos de universidades, organizaciones no gubernamentales e instituciones del sector público. El propósito fue diseñar un plan de acción ambientalmente efectivo y económicamente eficiente. La clave de las recomendaciones se sustenta en una alianza público–privada que construya mecanismos de colaboración en las áreas de inversión, eficiencia energética, desarrollo tecnológico y métrica común, que fomenten la inversión y la innovación privadas a una escala suficiente para transformar los sistemas industriales mundiales en unas cuantas décadas.
Establecieron que esta propuesta, catalogada como “de abajo hacia arriba” es necesaria para lograr acuerdos del tipo “arriba hacia abajo” como los que establecen las naciones en reuniones multinacionales; por ejemplo, en la COP-16, que se está llevando en Cancún. Consideran que esta nueva dimensión es de importancia para los gobiernos por las siguientes razones: un esfuerzo más orientado a los resultados en eficiencia energética, tecnología, inversión, deforestación y adaptación es imprescindible para darle credibilidad a las metas de mediano plazo establecidas por los acuerdos de las Naciones Unidas; dada la enorme cantidad de recursos que se requiere invertir y el reciente deterioro de las finanzas públicas de la mayoría de los países, es fundamental una mayor participación del capital y de la tecnología de las empresa privadas de los países desarrollados para apoyar el progreso de los países en vías de desarrollo, y al considerar que tomará más tiempo llegar a acuerdos globales en esta materia, es muy importante redoblar esfuerzos en acciones concretas.
La eficiencia energética es la estrategia disponible más efectiva para cambiar rápidamente la huella de carbón de la mayoría de las economías y mitigar emisiones de GEI. La Agencia Internacional de Energía (AIE) considera que aumentos en la eficiencia energética podrían llegar a reducir en 50 por ciento el monto de reducción potencial de GEI y, lo que es más importante, llevar a cabo estas reducciones se pagaría totalmente con los ahorros energéticos realizados.
Además, estiman que el potencial de tecnologías clave ya existentes para reducir emisiones de carbón es hasta del 11 por ciento del monto de la reducción potencial para el año 2030 y hasta del 27 por ciento al 2050. Avanzar en estas reducciones requiere de mayores inversiones en ciencia y tecnología, y la implantación masiva de sus innovaciones. La reducción del riesgo en la inversión de estas actividades es posible con proyectos conjuntos entre los sectores público y privado.
Indican que el 75 por ciento de la infraestructura energética mundial que será necesaria al año 2030 todavía está por construirse. Según la AIE, la mayoría de estos proyectos será en las economías emergentes; en particular, en China e India. Los costos estimados varían pero los países en vías de desarrollo deberán invertir cientos de miles de millones de dólares en tecnologías bajas en carbón durante los próximos 15 años. No se puede esperar que estos montos de financiamiento sólo provengan de la asistencia para el desarrollo de los países industrializados o de mecanismos internacionales, como el mecanismo de desarrollo limpio. El mayor potencial de financiamiento será de inversionistas institucionales como los fondos de pensiones, las compañías de seguros y los bancos privados, entre otros.
Es imprescindible que las empresas reporten públicamente el impacto que cada una tiene con relación al Cambio Climático. Sólo con el establecimiento de un método de análisis común será posible consolidar la información y hacer comparaciones relevantes, y establecer metas significativas para que los mercados financieros internalicen aspectos ambientales cruciales en la asignación de capital.
Evitar la deforestación es otro de los mecanismos importantes para alcanzar los objetivos en la reducción de emisiones de GEI. Estiman que una cuarta parte de la reducción potencial podría resultar de mantener el uso del suelo actual y establecer economías basadas en el uso sustentable de los recursos vegetales en el planeta.
En Morelos se deben establecer políticas públicas para acelerar las acciones empresariales de mitigación y adaptación al Cambio Climático, tales como: incorporar al sector privado en la planeación, establecer los incentivos necesarios, implantar criterios operacionales para la adecuada gestión ambiental de las empresas y financiar conjuntamente las innovaciones tecnológicas necesarias.
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