Hoy es mi colaboración
número cien en La Jornada Morelos y, además, estamos en “veda política”, lo que
me motivó a presentar un tema especial que permita a más personas no
preocuparse por lo inmediato sino ocuparse en lo importante: pensemos cómo será
la humanidad dentro de 1000 años, en el 3000. Sí, la habrá y será reconocible
por nosotros, como lo es la del año 1000. Reitero que si no sabemos por qué viajamos,
a dónde queremos dirigirnos y cómo avanzaremos, entonces llegaremos a donde las
circunstancias nos lleven y éstas pueden ser tan violentas, deshonestas,
ilegales, segregacionistas y contaminantes como las que hoy sufren muchos
mexicanos.
Joseph Coates es un futurólogo reconocido
mundialmente, ha escrito y presentado cientos de trabajos sobre el futuro; en
particular, de la tecnología, los negocios y el gobierno. Ha sido consultor de
45 de las 500 compañías mencionadas en la revista Fortune, así como de numerosas compañías pequeñas, grupos de
interés y oficinas de gobiernos en los
tres niveles. Es autor de más de 300 artículos y coautor de varios libros, en
especial de 2025: Escenarios de EU y de
la Sociedad Global Reformados por la Ciencia y la Tecnología (2025: Scenarios of U.S. and Global Society
Reshaped by Science and Technology, Oakhill, 1997). Fue Profesor
Adjunto en la Universidad George Washington y trabajó en la Fundación Nacional
de Ciencia y la Oficina de Evaluación Tecnológica del Congreso, ambas del
Gobierno de los Estados Unidos. Desde hace años dirige la compañía Joseph Coates Consulting Futurist, Inc.,
www.josephcoates.com.
En la revista Futures Research Quarterly, Invierno 1999,
Coates publicó un trabajo sobre “Pensar en la Humanidad en el Año 3000” (Thinking
About Humanity in the Year 3000), en el que se preguntaba si era práctico y
útil tratar de predecir una situación que ocurriría dentro de 1000 años. Para
contestarla, realizó un taller con 225 personas en una conferencia de la
Sociedad Mundial del Futuro. Así, se presentó la oportunidad de pasar los 10 o
30 años como horizonte común de los futurólogos y también de evitar caer en la
trampa de la ciencia ficción. La dificultad de esta última radica en que una
vez que no se respeta una restricción fundamental de la ciencia, entonces
cualquier cosa parece plausible. Un problema en este taller fue el tipo de
audiencia, había pocos profesionales del estudio de futuros y muchos sólo con
interés y preocupación en el futuro.
Los resultados de este taller fueron tanto decepcionantes
como reveladores. Decepcionantes, porque las descripciones resultantes en
pequeños escenarios sólo reflejaron visiones en que los temas preocupantes del
fin del siglo XX habían sido tratados de manera efectiva y eliminados. Reveladores, porque mostró la
incapacidad de la mayoría de un grupo de personas sin preparación en pensar en
el futuro, ya sean 10, 20, 50 ó 1000 años. Sin embargo, considero de primera
importancia presentar algunas de las 14 preguntas que Coates hizo en ese taller
sobre nosotros en el año 3000: la definición de humanidad; qué variaciones podrá
haber en cómo pensamos en la humanidad; las creencias religiosas; la
competencia humana para controlar e influenciar su propia evolución; qué será
global/universal; cuáles serán las principales discontinuidades sociales o
ambientales; qué significado tendrá la gobernanza; cómo fue el mundo hace mil
años con relación a minorías creadoras, curiosidad personal, tolerancia y
ambición personal; qué logros científicos y tecnológicos se habrán alcanzado, y
qué será la vida cotidiana. ¿Será cierto que una buena pregunta aporta la mitad
de la respuesta?
En el Simposio Humanidad 3000, de la Fundación para
los Futuros, en octubre de 2005, a Coates le pidieron hablar sobre la “Ciencia
y la Tecnología dentro de 25 Generaciones”. El principal objetivo de su
conferencia fue demostrar que existe un proceso con integridad intelectual para
describir el mundo en el año 2630, al considerar que una generación abarca 25
años. Nos indica que debemos identificar una continuidad entre hoy y el futuro
lejano. Él usó tres hilos conductores que han sido fundamentales en la historia
humana y que probablemente seguirán en los próximos 600 años: ciencia y tecnología,
que es la principal y más segura fuente de nuevos procesos que afectan nuestro
desarrollo a niveles personal, institucional, organizacional y global; la
gobernanza, el mecanismo de control social para que hagamos lo que colectivamente
es aceptable o aún deseable, y nosotros
mismos, pues es de lo que se trata todo.
Describiré algunas de las imágenes principales que Coates
nos presenta de la vida dentro de 625 años: De las 3500 enfermedades y
desórdenes humanos que ahora nos afecta, sólo quedarán 85 de tipo genético y
aquejarán a esas personas que siempre existen rechazando el presente y amando
el estilo de vida antiguo; el uso de la genética será común para aumentar la
capacidad física de los humanos y habrá variaciones muy significativas entre
personas; la esperanza de vida será de 105 años; la clonación humana será
rutinaria, aunque sólo se permitirá una por persona y no habrá clonación de
clones; la ciencia del cerebro habrá tenido efecto en toda actividad humana, el
término ingeniería cerebral será tan común como ahora el de ingeniería
automotriz; seguiremos sin entender científicamente de qué se trata el estado
de conciencia; habrán dos eventos históricos que cambiarán el futuro, primero,
una epidemia en 2011 (nota: casi atina con la del virus AH1N1) que causa más de
600 millones de muertes, produce una deficiencia de mano de obra mundial y
resulta en una población mundial de sólo 3.8 mil millones de personas, ya que
se comprende que menos viven mejor en este planeta y, segundo, la modificación
de los patrones de consumo y generación de energía por el cambio climático
global; y finalmente, la ingeniería global, por ejemplo, al expandir tierras
agrícolas en el Mediterráneo y convertir nuevamente al norte de África en el
granero de Europa o prevenir temblores de grados 3 a 6 en la escala de Richter
al producir artificial y continuamente temblores de grado 3 en las principales
zonas sísmicas del mundo.
En Morelos, debemos imaginar el futuro que deseamos y
construir nuestro mejor futuro posible con base en conocimientos científicos, con
una gobernanza deseada y conducida por los ciudadanos, y pensando en lo que
utilizamos y le pertenece a nuestros bisnietos.