El Reporte Mundial 2010 sobre las Ciencias Sociales fue publicado hace unos meses por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés). Tiene como subtítulo El conocimiento divide y su objetivo principal es dar una visión de cómo se encuentran las ciencias sociales en diferentes partes del mundo. Los coordinadores principales son Françoise Caillods y Laurent Jeanpierre, ambos del International Social Science Council. Debemos resaltar que uno de los miembros del Consejo Editorial de este reporte es la doctora Laura Hernández Guzmán, de la Facultad de Psicología, de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Establece que tres cambios en el entorno de las Ciencias Sociales afectarán sus contenidos, roles y funciones: la globalización, que impulsará la internacionalización de algunas preocupaciones públicas y de su propia investigación; cambios organizativos, que crearán incluso nuevas instituciones, y tecnología de la información, como una herramienta poderosa en su producción y diseminación. Nos advierte, que se han incrementado las desigualdades dentro de los países, entre ellos, entre regiones del mundo y, en particular, entre aquéllos que tiene o no acceso al conocimiento.
La globalización de la economía y de las finanzas no es un fenómeno reciente pero sus efectos sobre la calidad de vida de las personas son cada vez más obvios. Hay temas que se analizaban a nivel local pero se han convertido en preocupaciones mundiales: la movilización de la comunidad internacional en contra de la pobreza, la seguridad de agua y alimentos, el cambio climático y el desarrollo sustentable.
En este reporte 2010 se establece que en la mayoría de las regiones del mundo las disciplinas que conforman a las ciencias sociales son desarrolladas en universidades públicas. La presión que existe por reducir o limitar los gastos públicos, como consecuencia de la globalización económica y el paradigma neoliberal, así como el impulso a herramientas empresariales para administrar los sistemas de investigación, causan un impacto en el contenido, la calidad y la relevancia de las ciencias sociales que debe ser evaluado.
Uno de los temas de mayor relevancia que se tratan es que el “conocimiento divide”, tanto por las diferentes oportunidades de desarrollo de las diversas sociedades, como por la reducción la habilidad de las ciencias sociales para analizar la realidad social y atacar los problemas globales. Concluye que los gobiernos, los consejos de investigación y las fundaciones deben proveer a las universidades y a las instituciones de investigación con la tecnología y el presupuesto necesarios para apoyar el acceso igualitario a los bancos de información para subsanar las grandes disparidades que existen entre regiones, países e instituciones en términos del acceso al conocimiento. En particular, negocien con las mayores editoriales para lograr un acceso libre a las revistas científicas indizadas.
Además, establece que para el desarrollo de las capacidades de investigación se requiere del financiamiento de los gobiernos, de las organizaciones internacionales y de las agencias de asistencia internacional. Las capacidades a niveles del individuo, de la organización y del sistema necesitan de apoyo y de objetivos de largo plazo.
Las Ciencias Sociales requieren que se refuerce la necesaria diversidad de idiomas entre su comunidad. Una meta debe ser que todos trabajen y colaboren en su propio idioma y entiendan otro. Las traducciones, el manejo y circulación de datos, y las herramientas para colaborar necesitan desarrollarse; por ejemplo, estudios que tratan problemas globales desde una perspectiva local deben ser traducidos para ampliar la visión del debate público.
La competencia para lograr financiamiento por proyectos seguirá, tiene ventajas y desventajas. Sólo los mejores proyectos se hacen pero los procedimientos de selección, seguimiento y evaluación son demasiado burocráticos en la mayoría de los casos y se apoyan aquellos que tienen resultados en el corto plazo. También, se deben reservas fondos para proyectos de relevancia social que están fuera de las listas prioritarias establecidas por las agencias financiadoras. Y los gobiernos deben mantener un balance entre proyectos y apoyar aquellos que sean de temas fundamentales.
Otra de sus conclusiones relevantes es la necesidad de fomentar la investigación interdisciplinaria y multidisciplinaria, incluso creando centros con esta característica. Muchos de los problemas de la sociedad requieren conjuntar visiones de ciencias exactas, naturales, sociales y humanidades.
Aprovecho el tema para mandarle a la reciente creada Academia de Ciencias Sociales y Humanidades del Estado de Morelos AC, una calurosa felicitación y desearle que cumpla los objetivos que se plantearon. En ella participan connotados investigadores y la mesa directiva está conformada por: como presidenta, la doctora Ana María Chávez Galindo, del CRIM-UNAM; como vicepresidente, el doctor Luis Tamayo Pérez, del CIDHEM; secretario, el doctor Paul Hersh Martínez, del INAH, y tesorera, la doctora Angélica Tornero Salinas, de la Facultad de Humanidades de la UAEM. Su éxito fortalecerá el necesario desarrollo equilibrado de la sociedad y posibilitará alcanzar una sociedad del conocimiento en nuestro estado.
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