publicada en la Jornada Morelos el 31 de mayo de 2010.
Sí, es imprescindible que en el estado de Morelos, como dijo el gobernador Marco Adame Castillo, se rompa el sitio de la pobreza. Empecemos por definir a la pobreza, ya que tiene serias implicaciones sociales, presupuestales, políticas y académicas, entre otras.
La pobreza, en su acepción más amplia y según el Consejo Nacional para la Evaluación de los Programas Sociales (Coneval), del gobierno de México, “está asociada a condiciones de vida que vulneran la dignidad de las personas, limitan sus derechos y libertades fundamentales, impiden la satisfacción de sus necesidades básicas e imposibilitan su plena integración social”. Asimismo, estableció una metodología de medición multidimensional de la pobreza en México que considera: el ingreso corriente per cápita; el rezago educativo promedio en el hogar; el acceso a los servicios de salud; el acceso a la seguridad social; la calidad y espacios de la vivienda; el acceso a los servicios básicos en la vivienda; el acceso a la alimentación, y el grado de cohesión social.
Las cifras oficiales muestran que el número de personas en pobreza aumentó durante el sexenio del presidente Fox y también en los tres años de ejercicio del presidente Calderón.
Según el Coneval, en 2008 a nivel nacional, 47.2 millones de personas se encontraban en situación de pobreza multidimensional, equivalente al 44 por ciento de toda la población y en Morelos lo estaban 810 mil personas, que equivale al 48.6 por ciento de todos los morelenses. También se conoce el valor del coeficiente de Gini, que mide la disparidad social relativa a la pobreza, a nivel nacional es de .506, mientras que en Morelos es de .478. Esto implica que en el estado de Morelos nos encontramos peor que en la mayoría de los estados, tanto en porcentaje de personas en pobreza como en el grado de desigualdad social. Además, la razón de ingreso entre los que no son pobres y los que sí, es de 5.2. Y sí, la mitad de los morelenses vive en la pobreza.
La inversión federal para combatir la pobreza, tanto en zonas rurales como urbanas, es muy importante, ya que se erogarán más de 58 mil millones de pesos, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación 2010.
El análisis anterior muestra la necesidad de modificar las políticas, los programas y la gestión que tenemos para disminuir la pobreza en México y en Morelos. Debemos encontrar los elementos que permitan modificar la tendencia que llevamos y reducir la pobreza.
Veamos la propuesta de Amartya Sen, Premio Nobel de Economía en 1998. Él critica la economía del bienestar tradicional, donde se establece que el máximo bienestar individual se alcanzará dejando a las personas intercambiar bienes libremente si sirve a sus propios intereses y donde el concepto de desarrollo se fundamenta en la renta económica, básicamente porque todos tenemos acervos iniciales y capacidades diferentes. Sen establece el desarrollo como libertad: como fin y como medio. La libertad es, ante todo, el fin principal del desarrollo y su papel instrumental se refiere a la forma en que contribuyen los diferentes tipos de derechos y oportunidades a expandir la libertad del ser humano en general y, por lo tanto, a fomentar el desarrollo.
Diga y haga lo que desee que no se oponga al derecho ajeno.
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