La salud es factor primordial en el nivel y la calidad de vida, por lo que incide en todos los aspectos económicos y sociales de las personas y de la sociedad. Adicionalmente, cada vez se da más importancia a qué comemos como el sustento de un buen estado de salud. La desnutrición, especialmente durante la gestación y los primeros tres años de vida, aumenta el riesgo de morbilidad y mortalidad por enfermedades infecciosas, y afecta el crecimiento y el desarrollo mental, lo que se manifiesta por disminución en el desempeño escolar y en el rendimiento intelectual a lo largo de la vida. Las alteraciones en el equilibrio entre la ingestión de energía y el gasto energético resultan tanto en desnutrición como en sobrepeso u obesidad, que son un grave problema de salud pública.
A partir de la década de los ochenta, la Secretaría de Salud inició la operación de un esquema institucional para la elaboración sistemática de encuestas nacionales para conocer, de la manera más objetiva posible el comportamiento de diversas variables y determinantes de la salud. Las encuestas nacionales de salud son una herramienta sustantiva para generar información basada en evidencia científica que contribuya a proponer y mejorar las políticas públicas de salud. Los datos que arrojan permiten identificar la utilidad y el impacto de estrategias públicas en salud y posibilitan comparar los resultados de los programas de salud a nivel local, estatal, nacional e internacional. Estos ejercicios culminan en la integración de bases de datos organizadas e información relevante que permite identificar tendencias, así como evaluar el impacto y los resultados de las intervenciones, programas y acciones de salud.
El Instituto Nacional de Salud Pública, con sede en Cuernavaca publicó en diciembre de 2007, junto con la Secretaría de Salud, un importante estudio titulado Encuesta Nacional de Salud y Nutrición en 2006 que tiene alcance nacional y presenta información específica para cada estado de la República. Los coordinadores fueron Mario Henry Rodríguez, Eduardo Lazcano, Bernardo Hernández Prado y Carlos Oropeza Abúndez.
Esta encuesta consideró a mil 620 hogares morelenses de un total nacional de 48 mil 600 y a continuación presentaremos un breve listado de los aspectos más importantes donde los responsables del Sector Salud en el Estado de Morelos podrían haber tomado acciones prioritarias para mejorar la salud de los morelenses.
El 76.6 por ciento de los niños de un año de edad contaba con esquema completo de vacunación lo que nos ubicaba el lugar número 21, debajo de la media nacional, y la proporción de niños menores de 10 años que presentó enfermedad respiratoria aguda fue de 33.1 por ciento, lo que situaba a la entidad a sólo 11.5 puntos porcentuales de la entidad con peor resultado y 9.6 puntos porcentuales debajo del promedio nacional.
Con relación al uso de los siguientes servicios preventivos se encontraba debajo de la media nacional: detección de cáncer cervicouterino; realización de mastografías en mujeres adultas para la detección de cáncer de mama, y detección de hipertensión arterial en adultos. También, la proporción de uso de métodos de planificación familiar era menor al promedio nacional y el 50 por ciento de los adolescentes no utilizó condón en su primera relación sexual.
Con relación a la nutrición, una cuarta parte de los niños y niñas en edad escolar y un tercio de los adolescentes presentó exceso de peso, es decir, una combinación de sobrepeso más obesidad; siete de cada 10 adultos mayores de 20 años presentaba exceso de peso, y el 76 por ciento de la población mayor de 20 años tenía obesidad abdominal.
Los datos sobre el uso y calidad de los servicios señalaban que eran los médicos privados el principal proveedor de la atención ambulatoria; la principal razón para no tener atención médica fueron causas económicas; el porcentaje de población sin derecho a atención en instituciones de salud era mayor al encontrado para el ámbito nacional; uno de cada tres derechohabientes no pudo conseguir los medicamentos recetados en el lugar de atención, y más de la mitad de los usuarios tuvo que pagar por medicamentos y por el examen solicitado.
A pesar de que Morelos se encontraba por arriba del promedio nacional en afiliación al Seguro Popular, los datos obtenidos de la encuesta mostraban que el programa se encontraba sólo en fase de desarrollo. En particular, presentaba baja utilización de los servicios preventivos, que representan el eje sustantivo del programa.
¿El gobierno de Morelos ha establecido políticas públicas en el área de salud que contengan indicadores medibles para darles seguimiento puntual y garantizar la cobertura universal de sus ciudadanos? Sin nutrición apropiada en la infancia y sin salud no hay bases para el desarrollo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario