La salud es elemento fundamental en el desarrollo de los individuos y de la sociedad. Implantar políticas públicas que permitan conocer el estado de salud de las personas y establecer programas, objetivos y metas para alcanzar una sociedad más saludable es una obligación gubernamental ineludible. Como ya hemos analizado en esta columna, el tema de salud es multifactorial y se debe actuar en paralelo en temas como cobertura, calidad, prevención, abasto de medicinas, educación y presupuesto suficiente, entre otros. Dichas políticas públicas no deben ser un ejercicio sólo del gobierno sino que deben ser elaboradas con la sociedad civil. Además, una mejora en la salud general de la población sólo se puede alcanzar en el mediano y largo plazos.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHSD por sus siglas en inglés) del gobierno de los Estados Unidos, durante las tres últimas décadas, ha publicado una agenda nacional para mejorar la salud de los estadounidenses en términos de 10 años. Hace un año, publicaron la propuesta llamada “Personas Saludables 2020” que establece una guía que permitirá: identificar las prioridades en salud a nivel nacional; aumentar el interés y la comprensión públicos de los determinantes de la salud, enfermedades, discapacidades y oportunidades de progreso; proveer de objetivos y metas medibles aplicables a niveles nacional, estatal y municipal; involucrar a múltiples sectores para tomar acciones que refuercen políticas y mejoren prácticas que estén soportadas en la mejor evidencia y conocimiento disponibles, e identificar las necesidades críticas de investigación y recolección de información. También, las metas generales incluyen alcanzar la equidad en salud y la eliminación de disparidades; crear ambientes sociales y físicos que promuevan la salud, y promover la calidad de vida, el desarrollo saludable y los hábitos saludables durante cada etapa de la vida.
Sin embargo, la agenda “Personas Saludables 2020” tenía 42 temas y cerca de 600 objetivos particulares, por lo que el HHSD le solicitó al Instituto de Medicina de los Estados Unidos (institución equivalente a la Academia Nacional de Medicina en México) que revisara los objetivos y recomendara indicadores líderes que focalizaran las acciones de dicha agenda. Así, el mes pasado, publicaron el reporte “Indicadores Principales de Salud para Personas Saludables 2020” que establece tan sólo 12 temas con 12 indicadores claves y selecciona exclusivamente 24 objetivos que son críticos para las necesidades en salud y permiten guiar a la política pública.
En el tema de acceso a la atención, el indicador es la proporción de la población con acceso a los servicios de salud y tiene tres objetivos: incrementar la proporción de personas con seguro, incrementar la proporción de personas con un proveedor de cuidado primario regular e incrementar la proporción de personas que reciben servicios preventivos de salud apropiados.
En el tema de comportamientos saludables, el indicador es la proporción de la población que está comprometida con comportamientos saludables y tiene cuatro objetivos: incrementar la proporción de adultos que cumplen con los lineamientos federales de actividad física, reducir la proporción de niños y adolescentes que son obesos, reducir el consumo de calorías de grasas sólidas y azúcares añadidos en la población de dos años y mayores e incrementar la proporción de adultos que duermen lo suficiente.
En el tema de enfermedades crónicas, el índice es la prevalencia y mortalidad de enfermedades crónicas y tiene tres objetivos: reducir el número de muertes por enfermedades coronarias, reducir la proporción de personas en la población con hipertensión y reducir la tasa general de muertes por cáncer.
En el tema de determinantes ambientales, el índice es la proporción de la población que disfruta de un ambiente físico saludable y tiene un objetivo: reducir el número de días que el índice de calidad del aire excede el valor satisfactorio.
En el tema de determinantes sociales, el índice es la proporción de la población que disfruta de un ambiente social sano y tiene tres objetivos: mejorar la cultura en salud de la población, incrementar la proporción de niños que tienen un desarrollo en salud apropiado para ir a la escuela e incrementar los logros educativos de adolescentes y adultos jóvenes.
En el tema de accidentes, el índice es la proporción de la población que sufre accidentes y tiene un objetivo: reducir el número de accidentes fatales y no fatales.
En el tema de salud mental, el índice es la proporción de la población que goza de salud mental positiva y tiene un objetivo: reducir la proporción de personas que sufren episodios depresivos mayores.
En el tema de salud infantil y materna, el índice es la proporción de nacimientos saludables y tiene un objetivo: reducir los nacimientos de niños con bajo y muy bajo peso.
En el tema de comportamiento sexual responsable, el índice es la proporción de la población involucrada en comportamiento sexual responsable y tiene dos objetivos: reducir la tasa de embarazo de adolescentes e incrementar la proporción de personas sexualmente activas que utilizan condón.
En el tema de abuso de sustancias tóxicas, el índice es la proporción de la población que consume sustancias tóxicas y tiene dos objetivos: reducir el uso en el mes anterior de sustancias ilícitas y reducir la proporción de personas que consumen bebidas alcohólicas.
En el tema del tabaco, el índice es la proporción de personas que consumen tabaco y tiene dos objetivos: reducir el consumo de tabaco por adultos y reducir el inicio del consumo de tabaco entre niños y jóvenes.
En el tema de calidad en la atención, el índice es la proporción de la población que recibe servicios de salud de calidad y tiene un objetivo: reducir el número de infecciones transmitidas en los servicios.
El HHSD concluyó que los indicadores y los objetivos seleccionados deben contribuir a despertar el interés y la atención del público en general; motivar a diversos grupos de la población a involucrarse en actividades que mejoren ciertos indicadores y, también, a mejorar la salud global de la nación, y proveer retroalimentación para mejorar el estado de los indicadores específicos.
En Morelos, debemos autoridades, academias y sociedad civil establecer nuestros temas, indicadores y objetivos para definir las políticas públicas en salud y determinar las prioridades que deben tener todos los programas y agencias de salud, y usarlas para recolectar la información y reportar las actividades realizadas. Sólo así sabremos realmente cómo estamos avanzando en el mejoramiento de la salud de la población.
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