Una elección es un procedimiento reconocido por
reglas de una organización, bien sea un Estado, un club, una organización
voluntaria o de cualquier otro tipo, en la que todos o algunos de sus miembros
eligen a un número más reducido de personas para que desempeñen un cargo o
cargos de autoridad en el seno de la organización, según Héctor Zamitiz en “Qué son las elecciones, Mito y rito de las urnas” (http://www.etcetera.com.mx/1999/351/hz351.html).
Como tal, la primera función de las
elecciones es proporcionar la oportunidad de una sucesión y transferencia del
cargo pacíficas. También propone que las elecciones pueden considerarse
como un reflejo de los cambios de opiniones y de concepciones sociales sobre la
ciudadanía y la igualdad, y tienen un fuerte elemento mítico y ritual. La
elección puede servir como una forma moralmente válida de interacción social,
siempre que se pueda demostrar que la gente cree que es una parte integrante
del proceso democrático.
El
proceso de elegir entre varios candidatos a un puesto de elección popular, si
queremos tomar una buena decisión, consiste en trazar el objetivo que se quiere
conseguir, reunir toda la información relevante y tener en cuenta nuestras
preferencias. Según Julio Carreto existen, entre otros, los siguientes
criterios para tomar una decisión eficaz (http://uprointroadmon.blogspot.mx/):
concentrarse en lo realmente importante; realizar el proceso de forma lógica y
coherente; considerar tanto los elementos objetivos como los subjetivos y
utilizar una estructura de pensamiento analítica e intuitiva; recoger la información
necesaria para optar o elegir, y ser directos y flexibles antes, durante y
después del proceso.
Se
debe reconocer, en estas circunstancias, la imposibilidad de asimilar toda la
información necesaria para adoptar la decisión más adecuada, lo que conduce a
pensar que el tomar decisiones supone un proceso mental, que lleva en sí mismo responder
a las siguientes preguntas: ¿qué hay que decidir?, ¿cuáles son las opciones
posibles?, ¿cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada alternativa?, ¿cuál
es la mejor opción?, ¿es correcta la decisión? y, finalmente, ¿la decisión
tomada producirá los resultados deseados?
Frente
a una elección queremos que una de las características del candidato sea el
liderazgo, entendido como la capacidad de establecer la dirección e influenciar
y alinear a los demás hacia un mismo fin, motivándolos y comprometiéndolos
hacia la acción y haciéndolos responsables por su desempeño. El estudio del
liderazgo tiene muchas vertientes, incluyendo el estudio de los tipos o estilos
de liderazgo (o la forma de autoridad), las características de comportamiento y
personalidad de los líderes y la formación de los líderes, entre otros. Uno de
los aspectos que más da de qué hablar es la necesidad que tienen las
organizaciones de contar con líderes y gerentes. A tal efecto, diversos autores
indican que “la función de gerencia trata con lo que la organización debería
hacer, la de liderazgo con la motivación de la organización para lograr lo que
debería hacer”, también que "los gerentes hacen las cosas bien, los
líderes hacen lo correcto".
Se
debe reconocer que la incertidumbre constituye un elemento importante en la
toma de decisiones. W. H. Weiss (en “Guía Práctica para la Toma de Decisiones”,
Editorial Noema, 1987) establece que la incertidumbre estriba en las
consecuencias de los cursos de acción, ya que puede haber varios resultados
para cada alternativa. Por ejemplo, el funcionario electo podría hacer un buen
trabajo, hacer un mal trabajo o no hacer el trabajo en absoluto. Para empeorar
las cosas, el resultado del funcionario electo depende de un sinnúmero de
factores externos a sus capacidades y habilidades.
Los
procesos de selección siempre me recuerdan un diálogo de la novela “Through the
Looking-Glass” de Lewis Carroll:
Alicia:
¿Qué camino debería tomar?
Gato:
Eso depende de adonde vas.
Alicia:
¡Pues no se a donde voy!
Gato:
Entonces, ¡no importa el camino que elijas!
En Morelos, el próximo
domingo, votaremos por Presidente de la República, Gobernador, Presidente
Municipal, Senadores y Diputados federal y locales. Estamos saturados de
información y de promesas. En mi opinión, la pregunta más importante que cada
uno de nosotros debe contestar antes de tomar la decisión de por quien votar
es: ¿cuál es el Estado de Morelos que queremos en veinte años? Usted, ¿ya sabe
por qué, para qué y, al final, por quién votará?
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