La sociedad necesita conocer qué le permitirá reducir los riesgos globales a los que se enfrenta y, al mismo tiempo, poder avanzar en su desarrollo. ¿Cómo podemos avanzar en el conocimiento científico y tecnológico, modificar el comportamiento humano e influir en los objetivos políticos para que las sociedades del mundo puedan alcanzar los objetivos de la reducción de gases de efecto invernadero y evitar los cambios catastróficos debidos al cambio climático? Y simultáneamente ¿cómo podemos satisfacer nuestras necesidades de alimento, agua, salud, seguridad y energía? Responder a las preguntas anteriores requiere una reorientación de la ciencia y de la sociedad que permita, por un lado, establecer estrategias para responder al cambio climático que ya está en marcha y al mismo tiempo alcanzar las metas del desarrollo y, por el otro, mejorar nuestro conocimiento del funcionamiento de nuestro sistema Tierra y sus límites críticos de autorregulación.
El Consejo Internacional de las Ciencias Sociales (ISSC por sus siglas en inglés) y otras instituciones pusieron en marcha un proceso de consulta para repensar la visión que debe tener la investigación sobre el sistema Tierra. W. V. Reid y colaboradores publicaron un artículo en la revista Science, del 12 de noviembre del año pasado (DOI: 10.1126/science.1196263) sobre los grandes retos que enfrenta la ciencia que estudia al sistema Tierra para avanzar en la sustentabilidad global (Earth System Science for Global Sustainability: Grand Challenges). Dichos grandes retos debían cumplir con cuatro criterios: importancia científica, coordinación global obligatoria, relevancia para los tomadores de decisiones y abarcaran múltiples problemas simultáneamente. Por consenso, este proceso dio como resultando cinco grandes retos para la ciencia del sistema Tierra que permitirían saltar las barreras que impiden avanzar hacia el desarrollo sustentable.
Primero, mejorar la utilidad de las predicciones sobre el futuro de las condiciones ambientales y sus consecuencias para la población. Debemos incrementar nuestra habilidad para anticipar por varias décadas los impactos que una serie de actividades humanas tendrán a niveles global y regional.
Segundo, desarrollar, ampliar e integrar sistemas de observación para administrar cambios ambientales globales y regionales. Aunque ya se está invirtiendo en sistemas de observación globales para detectar cambios geofísicos y climáticos en la tierra, éstos no están diseñados para incorporar información económica y social que haga posible una interconexión entre los sistemas naturales y sociales.
Tercero, determinar cómo anticipar, evitar y administrar cambios ambientales globales de naturaleza disruptiva. Las acciones humanas están disparando cambios que son altamente no lineales en el ambiente global y que alterarán las características propias de los sistemas que soportan la vida en el planeta, pudiendo ser los efectos irreversibles a escalas de tiempo humanas. También habrán cambios sociales disruptivos a consecuencia de los eventos anteriores, incluso de cambios ambientales graduales.
Cuarto, determinar cambios institucionales, económicos y de comportamiento que permitan avanzar hacia la sustentabilidad global. Los cambios globales han mostrado que nuestras instituciones sociales no son buenas para gestionar estos problemas emergentes. Los sistemas actuales de gobernanza han mostrado que son más efectivos para enfrentar problemas locales y regionales, en periodos de años o décadas, que para enfrentar problemas globales que afecten a generaciones futuras.
Quinto, fomentar la innovación (y sus mecanismos de evaluación) en las respuestas tecnológicas, políticas y sociales para alcanzar la sustentabilidad global. Necesitamos mejorar nuestra habilidad para incentivar la innovación institucional para responder al cambio climático global.
Los autores consideran que estos grandes retos proveen un amplio marco de referencia para movilizar a la comunidad internacional alrededor de un proyecto de investigación, de largo plazo, que apoye al desarrollo sustentable en el contexto del cambio ambiental global. Dicho proyecto requiere de nuevas capacidades de investigación que permitan una transición de la investigación dominada por las ciencias naturales a una investigación que también involucre a las ciencias sociales y las humanidades. Una investigación más balanceada en disciplinas y que involucre activamente a todos los afectados y, en particular, a los tomadores de decisiones.
En Morelos, debemos apoyar la consolidación de una ciencia, tecnología e innovación en desarrollo sustentable que, con financiamiento apropiado, investigue estos cinco grandes retos, genere conocimiento para que la sociedad responda a los retos globales mientras alcanza sus metas económicas y sociales, y forme a una nueva generación de investigadores integrados alrededor de las ciencias naturales, sociales y de salud y de las ingenierías y la economía.
1 comentario:
Suena bonito, incluso hasta parece que puede funcionar. Pero si se reflexiona sobre los problemas sociales LA GUERRA y las desigualdades en el comercio internacional son muy importantes. No encontré ninguna referencia a ni como lidiar con ellas.
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