El desarrollo organizacional
y el establecimiento de los valores corporativos están típicamente concebidos y
puestos en operación como una extensión lineal del pasado reciente y el
presente hacia el futuro inmediato. En situaciones de grave crisis como nos
encontramos, no es posible cambiar sustancialmente los resultados futuros al
seguir este camino. Es imprescindible que reinventemos nuestros modelos de
negocios, nuestras industrias y nuestra sociedad al innovar la forma en que
establecemos nuestras estrategias.
James Carlopio publicó en el 2011 un artículo
titulado “Desarrollo de Estrategias por Diseño: el futuro del diseño”, en “Revisiones
del Mundo Futuro, número de verano, página 11” (Development Strategy By Design. The
Future of Strategy. World Future Review, Summer, 2011, 11), cuyo objetivo es analizar cómo se crean estrategias
fuera del contexto del desarrollo organizacional tradicional del que mucho se
ha escrito. Carlopio es consultor en gestión administrativa, educador y autor
de libros en temas socio técnicos, jcarlopi@bond.edu.au.
El autor considera que las preguntas fundamentales en
esta área son: ¿Cómo generamos innovaciones en las estrategias? ¿Cómo
reinventamos nuestra organización, nuestra industria y nuestro mundo para tener
ganancias? ¿Cómo podemos agregar valor de manera radical y proveer alta calidad
a bajo costo? ¿Cómo podemos reinventar industrias en serios problemas tales
como la automotriz o el aerotransporte? ¿Cómo podemos intentar resolver
problemas de gran envergadura tales como mejorar los sistemas de salud pública,
la economía, el hambre, la pobreza o el terrorismo?
No existen, según el autor, teorías o procesos claramente
articulados para la creación de innovaciones en el diseño de estrategias. Sin
embargo, sí existen muchas visiones sobre el proceso para desarrollar
estrategias. De una revisión bibliográfica, el autor señala la existencia de
escuelas predominantes de pensamiento para la elaboración de estrategias:
diseño, planeación, posicionamiento, empresarial, cognitiva, aprendizaje,
poder, cultural, ambiental y configuración. Todas estas escuelas de pensamiento
consideran que una formulación estratégica consiste en analizar el pasado
reciente y el presente para proyectar de manera directa los resultados al
futuro. Los temas más mencionados en los textos publicados sobre formulación o
desarrollo de estrategias son análisis del ambiente externo, análisis de
competencias/capacidades estratégicas basado en los recursos y estrategias
corporativas para crecimiento o diversificación. La manera tradicional de
formular estrategias es a través de analizar a profundidad los ambientes internos
y externos, establecer la misión y visión, y entonces reorientar la
organización hacia esas nuevas metas, creando algunos escenarios que
identifiquen los posibles resultados en el tiempo para ajustar incrementalmente
las nuevas estrategias.
Los métodos tradicionales, indica el autor, nos plantean
qué hacer con base en los análisis que otros han hecho en el pasado y hacen
ahora, pero no cómo crear estrategias por nosotros mismos o cómo hacerlo de
manera innovadora. En general, lo que ahora se hace se puede describir como el
método de los mismo más el diez por ciento.
Para utilizar principios, procesos y métodos de diseño
que desarrollen nuevos modelos de negocios y rediseñen o reinventen industrias
con problemas crónicos, así como incidir en problemas sociales y ambientales de
gran envergadura, el autor considera que es imprescindible entender plenamente
el proceso de diseño y como puede ser aplicado para determinar innovaciones
estratégicas y soluciones a problemas sistémicos de gran tamaño. El diseño es
un proceso iterativo dinámico que no es lineal e incluye muchos flujos de
retroalimentación. Aunque formalmente el proceso de diseño tiene una entrada y
una salida, una vez que éste empieza requiere de un modelo tridimensional de
pensamiento.
El proceso de diseño, concluye el autor, inicia con la
recolección de una gran cantidad de información de diversas fuentes de
información y después siguen varias etapas. La primera es de descubrimiento,
exploración e investigación, para identificar el problema específico. En esta
etapa se deben haber descubierto las ideas y los intereses de los consumidores,
de la competencia, de la organización, del mercado y las políticas públicas
gubernamentales, al considerar simultáneamente los temas prioritarios de los
consumidores y los fabricantes. En la siguiente etapa se genera el concepto,
basado en creatividad, desarrollo y evolución iterativa. Aquí es donde se
conjunta el pensamiento novedoso con el desarrollo de planes, modelos y
prototipos en fase de bosquejo. Es imprescindible confrontar lo que se está
construyendo en etapas intermedias de manera iterativa con el problema
identificado para obtener soluciones finales exitosas al menor costo. La última
etapa consiste en la evaluación, prueba y validación del producto final para
decidir su entrega o transferencia.
Un ejemplo sencillo del éxito de la utilización de este
proceso, menciona el autor, es el cambio radical de estrategia por una empresa
agroindustrial que cambió su objetivo de valor, de vender sacos de herbicidas a
ofrecer cosechas libres de hierbas malas. La venta de sus productos
agroquímicos se desplomó por el setenta por ciento, al ser más eficientes y
menos dañinos con el ambiente, pero sus ganancias como empresa aumentaron.
En
Morelos, debemos comprender este cambio de paradigma y diseñar nuevas
estrategias que permitan transformar nuestras industrias para aumentar las
ganancias y al mismo tiempo disminuir los impactos negativos en áreas críticas de
desarrollo económico, social y ambiental. Abandonemos ya el modelo que utiliza
el actual gobierno de “hacer los mismo más el uno por ciento”.
1 comentario:
Un buen administrador, novato o experimentado, además plantea estrategias para conseguir el presupuesto que requiere. Un administrador mediocre, suele esperar que el presupuesto llegue de algún lado, y si no llega, recorta conforme se vaya acabando el recurso en el peor de los casos, o hace un recorte al inicio del año de aquello que puede ser prescindible, en el mejor.
Tenemos la gran oportunidad de elegir administradores públicos innovadores, que dejen la mediocridad para otros, y se enfoquen en diseñar estrategias novedosas para mejorar la calidad de vida de los morelenses. Una guía para esto la encontramos en Diseño de nuevas estrategias, sólo falta encontrar los candidatos que lo hagan... "sólo..."...
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