México y
el mundo atraviesan varias crisis simultáneamente: económica, financiera,
energética, alimentaria, hídrica y de valores sociales. Todas ellas están
ligadas y sólo se podrán resolver al considerarlas de manera integral. Uno de
los elementos más importantes que cruza horizontalmente a todas ellas es la
investigación, desarrollo tecnológico e innovación (I+DT+i). Sin invertir en
I+DT+i en cada una de estas áreas y sin establecer mecanismos institucionales
para integrarlos en programas de desarrollo no será factible avanzar de manera
eficiente y coherente en la solución de este problema multidimensional.
Con relación a la crisis hídrica y
su necesaria relación con la I+DT+i en el corto, mediano y largo plazos, el
Instituto Mexicano de la Tecnología del Agua, la Comisión Nacional del Agua y
la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales publicaron, en marzo de
2012, el reporte “Programa de Investigación y Desarrollo Tecnológico del Agua Horizonte
2030. Propuesta para discusión”. Analizan cómo pueden la ciencia y la
tecnología, y sus productos (conocimiento e innovación) contribuir a la
construcción de un futuro deseable para México en el marco de una visión de
largo plazo en el sector agua.
El reporte establece que las fuerzas
dominantes en la crisis del agua son el incremento y la concentración de la
población y, entre otros factores menos relevantes,
el aumento de sus necesidades debido al desarrollo económico y las nuevas
condiciones de clima extremo que el cambio climático está ocasionando, y que
serán más complejas con el devenir del tiempo. No es posible alterar significativamente
la disponibilidad natural de agua ni su variabilidad y, desde luego, es un
propósito deseable que las condiciones económicas mejoren y puede esperarse,
por tanto, que la demanda de servicios de la población se incremente. Lo que se
puede cambiar es el conocimiento y la tecnología aplicados a la solución de
estos problemas, el flujo de capitales y las prioridades en el financiamiento,
y la forma en que se gestiona el agua. Estos son los factores a atender, y
están interrelacionados. Esta crisis multidimensional es también sistémica,
sobre todo en lo que respecta a los recursos naturales, cuyos límites están
cerca de alcanzarse o, en algunas regiones, se han alcanzado ya. Por lo tanto,
las soluciones a futuro no se pueden lograr si se continúa usando el modelo
actual aún con las mejoras necesarias.
México tiene, señala el reporte, del orden del 70
por ciento de su territorio ubicado en zonas áridas o semiáridas, y ha
experimentado un importante crecimiento de la demanda de agua, originado tanto
por su crecimiento demográfico como por su desarrollo económico. La disponibilidad
del agua registra importantes variaciones regionales. El 77 por ciento de la
población nacional se concentra en regiones donde se cuenta solo con el 31 por
ciento de la disponibilidad natural de agua; en contraste, el sur menos poblado
reúne el 69 por ciento de los recursos hídricos. La disponibilidad de líquido
se ha reducido de 18 mil metros cúbicos por habitante por año en 1950 a sólo 4
mil 422 en 2010. Las proyecciones indican que para el año 2030 la
disponibilidad media de agua se reducirá a 3,705 m3 por habitante por año. En
tanto, 101 de los 653 acuíferos del país registran condiciones de sobre explotación,
mientras que gran parte del agua superficial presenta algún grado de
contaminación.
El principal reto en materia de
salud relacionado con el agua, según el reporte, es lograr la cobertura
universal, con calidad, de los servicios de agua potable y saneamiento. La
cobertura actual de agua potable es de 91.1 por ciento, la de alcantarillado de
87.3 por ciento y se trata alrededor del 42 por ciento de las aguas colectadas
en el drenaje urbano. Esto significa que alrededor de 10 millones de personas
no tienen acceso a agua potable, la mayoría en las zonas rurales, y
aproximadamente 14 millones no tienen acceso a alcantarillado. Es decir, que
del agua extraída de las fuentes de abastecimiento se pierde el 41.4 por ciento,
y se pierde o no se cobra el 59.13 por ciento.
Las condiciones actuales de la crisis
alimentaria mundial son ocasionadas tanto por fenómenos meteorológicos extremos,
como por los altos precios de los alimentos, y centra la atención en la agricultura
de riego, que representa la única posibilidad de incrementar la producción de
estos bienes esenciales, describe el reporte. Considerando solamente la tasa
prevista de crecimiento de la población, se estima que hacia el año 2050 se
requerirá producir 30% más de alimentos, con una menor cantidad de agua –pues ésta
se requerirá para usos urbanos e industriales de mayor valor agregado - y,
probablemente, en México con menos superficie disponible debido al crecimiento
urbano y la salinización de suelos. El clima y el ciclo hidrológico están
estrechamente vinculados, de tal suerte que el incremento de temperatura
esperado en los escenarios más probables de cambio climático tendrá un impacto importante
en la disponibilidad de los recursos hídricos del mundo en general y de México
en particular. Por otra parte, se esperan lluvias más intensas y eventos
extremos, que incrementarán la vulnerabilidad de algunas cuencas del sureste
que ya registran problemas de inundaciones.
El subsistema de innovación en
materia de agua, conformado por centros de investigación, universidades,
empresas y autoridades gubernamentales, no dispone de los recursos económicos,
institucionales y humanos necesarios para la atención plena de los retos del agua
en México, indica el reporte. El diseño y ejecución de la política hídrica debe
basarse en rigurosos criterios científicos y técnicos para poder enfrentar la
grave problemática del agua. Una política hídrica integral, con visión
transversal, articulada con los actores locales y basada en el conocimiento sólidos,
debe alinear la oferta tecnológica con la demanda y los problemas reales.
En Morelos está localizado el
Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, uno de los centros públicos de
investigación más prestigiados a nivel nacional e internacional. Este instituto
debe ser pieza fundamental para integrar los esfuerzos estatales con relación a
resolver nuestros problemas hídricos de largo plazo, en el marco de una alianza
entre el gobierno, las empresas, los centros de I+DT+i, y la sociedad.
1 comentario:
Mi madre de niña, preocupada por que el agua acabaría pronto, ensayaba tomando la menor cantidad de agua posible todos los días, esperando que su cuerpo se adaptara a la inminente tragedia. Afortunadamente para la salud de sus riñones, aprendió que la evolución de las especies no funciona así... Desafortunadamente para todos, no funciona así, y no podemos dejar de depender del vital líquido a voluntad... No nos queda más que CUIDARLO. El fin de la abundancia de agua potable ya inició, el primer paso es reconocerlo, vamos por el segundo...
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