La Asamblea General de
la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró, el año pasado, al 2012
como el Año Internacional de la Energía Sustentable para Todos, con la
finalidad de que los esfuerzos del sistema ONU se enfocaran hacia asegurar el acceso
de energía para todos los seres humanos y proteger el ambiente a través del uso
sustentable de fuentes de energía tradicional, de tecnologías limpias y de
nuevas fuentes de energía. A los energéticos primarios los diferenciamos por el
tipo de fuente de energía, ya sea no renovable (cuando la tasa de producción
del energético es mucho menor que su tasa de consumo; por ejemplo, petróleo o
carbón) o renovable (cuando la tasa de producción del energético es mayor que
su tasa de consumo; por ejemplo, solar, eólica o biomasa). Ahora, cada vez más,
se analiza no la forma en que producimos el energético, si no la forma en que
los consumimos. Ésta debe ser sustentable, es decir, acorde con las condiciones
ambientales, sociales, económicas e institucionales de los usuarios, tanto los de
hoy como los del futuro.
Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU, presentó la
Iniciativa de Energía Sustentable para Todos en noviembre de 2011. Declaró que
el mundo se enfrenta hoy a dos retos, urgentes e interconectados, relacionados
con la disponibilidad o no de servicios energéticos modernos. Por un lado, uno
de cada cinco habitantes del mundo vive sin acceso a electricidad y a las
oportunidades que provee para trabajar, aprender o divertirse y, también, casi
3 mil millones de personas usan leña, carbón vegetal o heces de animales para
cocinar y calentar sus casas, exponiéndose a humos perjudiciales que matan a
cerca de 2 millones de personas al año. Por otro lado, cuando se tiene acceso a
servicios energéticos modernos el reto es controlar las emisiones de gases de
efecto invernadero que están causando el Cambio Climático.
Nos recuerda Ban Ki-moon que la Agencia Internacional de
Energía publicó en octubre de 2011 un reporte en el que, entre otros temas,
establece que se necesitaría una inversión de 48 mil millones de dólares por
año para proveer acceso universal de energía en el 2030. Esta cifra corresponde
sólo al 3 por ciento de la inversión total, en 2009, de energía a nivel global.
Considera que alcanzar el objetivo de proveer a todos con energía sustentable
en el 2030 está ligado a las siguientes 3 metas: asegurar el acceso universal a
servicios de energía modernos, duplicar el porcentaje en el uso eficiente de
energía en el mundo y duplicar la participación de las energías renovables en
la mezcla energética global. Alcanzarlas significaría maximizar los beneficios
del desarrollo y ayudar a estabilizar el Cambio Climático en el largo plazo.
Las iniciativas de la ONU tienen, en general, la
dificultad de transformar la declaración en acciones prácticas. Emma Wilson,
del Instituto Internacional del Ambiente y el Desarrollo, este 29 de marzo,
escribió un artículo titulado “Equidad Energética: ¿puede hacer alguna
diferencia la Iniciativa de la ONU sobre Energía Sustentable para Todos?” (Energy equity: can the
UN Sustainable Energy for All initiative make a difference? 29 March 2012, International Institute for Environment
and Development) cuyo objetivo fue presentar una visión general de esta
problemática a nivel mundial y señalar acciones específicas.
La Iniciativa sí puede hacer un cambio positivo a nivel
mundial si se unen las compañías, los gobiernos, la sociedad civil y la
academia, señala la autora. En particular, propone cuatro estrategias:
Priorizar el acceso de los energéticos a los más pobres.
Enfocarse a reducir la pobreza al proveer servicios energéticos a las personas.
En este caso, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero no debe
comprometer esta meta, ya que abastecer redes eléctricas con energía fósil para
los más pobres sólo aumentaría 1.6 por ciento las emisiones globales;
Medir
el éxito de la Iniciativa en términos de los beneficios alcanzados. Los
programas de acceso a la energía necesitan estar integrados a las políticas
públicas de desarrollo. No debemos medir su éxito por el número de focos
prendidos o la cantidad de estufas eficientes entregadas, si no por acciones concretas
para mejorar la educación, la salud o la
calidad de vida;
Apoyar
el uso sustentable de recursos locales. Éstos son críticos en el contexto de
extrema pobreza donde puede no haber otra alternativa. La instalación de
sistemas eficientes que aprovechen la biomasa local de manera sustentable debe
ser una actividad prioritaria. El uso de la energía solar tiende a estar
subvaluado por diversos motivos pero debe ser seriamente considerado, y
Promover la participación efectiva de la comunidad en la
planeación y la toma de decisiones. Un reto principal es el diseño, la puesta
en marcha y operación de sistemas comunitarios en energía, alimentos, agua y
desechos, donde además se debe impulsar la gestión democrática sobre los
recursos.
En Morelos debemos hacer realidad la Iniciativa de
Energía Sustentable para Todos y es posible hacerlo antes del 2030: falta muy
poco para tener acceso universal a la electricidad, la incorporación de
tecnologías limpias y eficientes en nuestras industrias siempre tiene
beneficios económicos y debemos encontrar mecanismos de financiamiento para
aprovechar nuestra abundante energía solar con sistemas diseñados localmente
que tienen viabilidad económica.
1 comentario:
La ONU designó al 2012 como el Año Internacional de Energía Sustentable para todos... Con la falta de iniciativas sobre Energía Sustentable en el país, parece que México tiene poco que decir en este año; no es así, tal vez, la falta de acceso a la energía pora todos, sirva de atajo para lograr que todos tengan acceso a energía, pero susteentable. Más en este ensayo...
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