publicado en La Jornada Morelos el 28 de septiembre de 2015.
En el sector energético oficial de México existe
una confusión muy importante sobre la calidad de los energéticos primarios con
relación a su impacto en el ambiente y en la generación de bióxido de carbono,
elemento principal en el proceso del Cambio Climático Global. Las autoridades federales
mexicanas se han dejado influenciar por las grandes transnacionales para
impulsar el concepto de “energías limpias” en lugar de aceptar que la
transición energética es a las energías renovables. Según la Ley de la
Industria Eléctrica, Artículo 3, inciso XXII. “Energías Limpias: Aquellas
fuentes de energía y procesos de generación de electricidad cuyas emisiones o
residuos, cuando los haya, no rebasen los umbrales establecidos en las
disposiciones reglamentarias que para tal efecto se expidan. Entre las Energías
Limpias se consideran las siguientes: a) El viento; b) La radiación solar, en
todas sus formas;… y o) Otras tecnologías que determinen la Secretaría (de
Energía) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, con base en
parámetros y normas de eficiencia energética e hídrica, emisiones a la
atmósfera y generación de residuos, de manera directa, indirecta o en ciclo de
vida”.
El
viernes pasado, el presidente Peña Nieto inauguró la fase uno del complejo
geotermoeléctrico Los Azufres III, en el Estrado de Michoacán. Según el
reportaje de Elvira Vargas en La Jornada (http://www.jornada.unam.mx/2015/09/26/politica/013n1pol. Visitada en 20150926), “se incrementó en 17
por ciento la capacidad instalada de Los Azufres –de 192 a 225 MW–, suficiente
para abastecer a una ciudad como Morelia… y el presidente “ubicó la reforma energética
no como una promesa de futuro, sino ya convertida en una realidad, porque es
uno de los cambios legislativos de “mayor calado y alcance” para el desarrollo nacional”.
Además, justificó su aseveración en dos temas: primero, “…cumplir un compromiso
del país consigo mismo y con el mundo: generar energía cada vez más limpia y
cuidar el ambiente” y, segundo, en la disminución de las tarifas eléctricas
ocurridas este año, que son de “…30 por ciento en los cobros del fluido a la
industria; de 18 por ciento en el sector comercial; 7.8 por ciento en las de
uso doméstico de alto consumo, y dos por ciento en los hogares de bajo
consumo”.
Para
comprender mejor su primera aseveración, analicemos la importancia que tiene la
generación de electricidad con energía geotérmica para la Secretaría de Energía,
después de detallar su origen y tecnologías de aprovechamiento. Esta energía
proviene del centro caliente de la Tierra y aflora a la superficie en
diferentes manifestaciones. Los principales sistema geotérmicos se pueden
clasificar en: “(i) sistemas hidrotermales (con temperaturas entre 150°C y
350°C); (ii) sistemas de roca seca caliente (con temperaturas entre 200 y
350°C); (iii) sistemas geopresurizados (con temperaturas entre 90 y 200°C);
(iv) sistemas marinos (con temperaturas hasta de 350 °C); y (v) sistemas
magmáticos y supercríticos (con temperaturas entre 600°C y 1400°C)” (ver por
ejemplo, Santoyo, E., Barragán-Reyes, R.M. (2010) Energía geotérmica. En:
Volumen Especial sobre Energías Alternativas. Ciencia, Revista de la Academia
Mexicana de Ciencias , 61, 40-51. Y Santoyo, E., Almirudis-Echeverría, E.,
Wong-Loya, J.A. (2012) Geotermia: Energía de la Tierra. Editorial Terracota
(ET), Colección Sello de Arena, México, ISBN 978-607-713-033-1, 80 p.). La inmensa
mayoría de los sistemas comerciales, como el de Los Azufres III, son del tipo
hidrotermal de alta temperatura que “están constituidos
por una intrusión o cámara magmática como fuente de calor primaria, fluidos
(que constituyen el medio de transporte del calor), roca permeable (en donde se
almacenan los fluidos que interaccionan con la roca caliente para adquirir
condiciones de presión y temperatura) y una capa de “roca sello” (que impide el
escape de los fluidos del reservorio)”. La existencia de éstos se manifiesta en
la superficie por la presencia de manantiales calientes, géiseres, lagunas de
lodo hirviente y suelos calientes, entre otros; y se encuentran en zonas donde
existen actividad volcánica y sísmica. Se explotación es mediante la extracción
de estos fluidos que, en la superficie, ceden su calor y mueven una máquina convencional para
generar electricidad: un turbogenerador.
A
nivel internacional, la Agencia Internacional de Energía calculó que “el costo
nivelado de electricidad por una planta geotérmica varía dependiendo de las
condiciones del tipo de sitio y de la tecnología empleada. En promedio, los
costos para una planta hidrotermal de alta temperatura con tecnología de
“flasheo”, como la de La Primavera, deben estar entre 5 y 8 centavos de dólar
por kWh” (Technology Roadmap.
Geothermal Heat and Power. © OECD/IEA, 2011). Lo que es totalmente competitivo con cualquier otra
tecnología que genere electricidad.
Sin embargo, su uso ha sido muy limitado en
México. La Secretaría de Energía ha publicado que “la contribución de la
geotermia en el consumo neto de electricidad es del orden del 3 por ciento del
total nacional y esperan incrementar la capacidad instalada al año 2027 en sólo
277 MW (nota: de los aproximadamente 1000 MW instalados hoy); aunque México
cuenta con importantes reservas geotérmicas, en GWh por año: posibles, 95,569;
probables, 16,615; y Probadas, 892”. (SENER. Prospectiva de Energías Renovables
2013-2017).
La
poca importancia que el Gobierno Federal le ha otorgado a las energías
renovables y, en particular, a la geotermia, también se puede confirmar de los
reportes publicados por la Agencia Internacional de la Energía sobre los
compromisos mexicanos relativos a la reducción de sus emisiones de bióxido de
carbono en el contexto de la próxima reunión sobre Cambio Climático, en Paris,
Francia (World Energy Outlook,
Special Report on Energy and Climate Change, 2015, Resumen Ejecutivo en español, © OCDE/AIE): “Los
compromisos establecidos a escala nacional son los cimientos de la COP21… A
fecha 14 de mayo de 2015, los países que habían entregado sus nuevos
compromisos … muestran … que el compromiso de Estados Unidos de reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero entre un 26% y un 28% para 2025 (con
respecto a los niveles de 2005) procuraría una reducción considerable de las
emisiones al tiempo que la economía crece más de un tercio con respecto al
nivel actual. El compromiso de la Unión Europea de reducir las emisiones de GEI
en un 40% como mínimo para 2030 (con respecto a los niveles de 1990)
contribuiría a una tasa de descenso de las emisiones de CO2 relacionadas con la
energía de casi el doble de la alcanzada desde el año 2000, convirtiendo a esta
región en una de las economías más bajas de emisiones relacionadas con la
energía. … mientras que la implementación del compromiso de México
conduciría a un ligero aumento de sus emisiones energéticas, paralelo a un
crecimiento mucho más rápido de su economía”. De nuevo, la visión del
gobierno federal es crecimiento económico acelerado, sin haberlo logrado en el
pasado y sin considerar apropiadamente al ambiente y a las energías renovables.
En Morelos, debemos superar
la falta de políticas públicas federales serias relativas a la protección del
ambiente y a la transición energética a las energías renovables. Ya basta de
políticas economicistas que no han llevado a mejorar la calidad de vida de los
mexicanos.
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