-->publicado en La Jornada Morelos el 21 de septiembre de 2015.
Analizar, desde Morelos, algunos elementos sobre el
Tercer Informe de Gobierno de la Ciudad de México presentado por Miguel Mancera
es de relevancia por varios motivos: cercanía geográfica, impacto de su importante
economía, invasión de algunos de sus problemas sociales más serios, existencia
de casos de estudios para adaptar y también para evitar, liberalización de sus
leyes de carácter equitativo, diferencias políticas serias entre partidos de
izquierda, y relevancia de su jefe de gobierno en el ámbito político nacional
para el 2018, entre otros.
El Distrito Federal tiene de las mejores y de
las peores características sociales, económicas, ambientales e institucionales
que describen a las entidades federativas del país. Según la Secretaría de
Economía, cuenta con la menor superficie, 1,495 km cuadrados; su población es
la mayor, 8,851,080 personas en 2010; tuvo un grado promedio de escolaridad de
10.8 con 9.0 el promedio nacional; un bajo índice de analfabetismo de 1.8 por
ciento con un total nacional de 6.0 por ciento; su producto interno bruto
represento en 2013 el 16.7 por ciento del total nacional, siendo las
actividades de servicios la más importante; su tasa de inflación, al mes de
julio 2015, fue de 3.18 por ciento, superando a la nacional de 2.74 por ciento;
la población económicamente activa alcanza el 61 por ciento de la población en
edad de trabajar; ocupó el lugar 19 de las entidades federativas por el valor
de sus exportaciones; atrajo el 43.9 por ciento del total nacional de la
inversión extranjera directa; y en ciencia y tecnología tiene el primer lugar
en infraestructura académica y de investigación, en inversión en el tema, en
productividad científica e innovadora y en tecnologías de la información y
comunicaciones (http://www.economia.gob.mx/delegaciones-de-la-se/estatales/distrito-federal. Visitada en 20150919).
En
el documento del Tercer Informe de Gobierno del Distrito Federal (Secretaría
Particular del Jefe de Gobierno, septiembre de 2015, 621 páginas) explicitan
que “han puesto un especial énfasis en el medio ambiente y en acciones
sustentables”, así como en el “fomento y el desarrollo del conocimiento
científico, para impulsar la ciencia, la tecnología y la innovación lo que
permite consolidar su Capital Social”. Por lo anterior, decidimos analizar las
acciones presentadas en materia de “energías renovables” y en “innovación
tecnológica”.
Las
acciones relevantes que consideraron enunciar en energías renovables fueron
sólo tres: el Museo Móvil Interactivo Vive la Ciencia, en gira principios de
2015, “…lleva el conocimiento a todo el público, en especial a niñas, niños y
juventudes habitantes de la ciudad. Y, en el exterior del museo se despliega
una pequeña feria científica con carpas donde se realizan talleres de
divulgación de la ciencia sobre temas como el agua y las energías renovables”; la
implementación del Programa de “Acción Climática de la Ciudad de México”
(PACCM) 2014- 2020, “ha logrado reducir las emisiones de Gases de Efecto
Invernadero por un monto de 1.2 millones de toneladas de bióxido de carbono
equivalente, como resultado de la ejecución de proyectos de eficiencia
energética, energías renovables, control de emisiones de contaminantes,
adaptación al cambio climático y construcción de resiliencia”, con sólo el “cumplimiento
del 23 por ciento de la meta para el año 2018”; y la implantación y operación
del proyecto nuevo modelo de Centro de Desarrollo Infantil (CENDI-OM1), del que
“a la fecha se cuenta con el proyecto ejecutivo y que considera el uso de
energías renovables, materiales reciclados, ahorros de agua, entre otros; a
través de una infraestructura segura, inteligente y de vanguardia”.
Con
relación a la innovación tecnológica, se mencionan los siguientes cinco
programas:
Primero, Innovación Tecnológica y Administrativa en
el Sector Cultura, “donde se han implementado actualizaciones en los sistemas
tecnológicos para mejorar el control de almacenes e inventarios de bienes
artísticos y culturales. También, se implementó la herramienta tecnológica para
la planeación y el seguimiento del Programa “Anual de Trabajo” para evaluar la
gestión institucional, desempeño de la labor cultural y manejo eficiente de los
recursos”;
Segundo, Innovación en Herramientas Tecnológicas con
la Aplicación 066CDMX, “App que es un canal directo de comunicación
entre las y los usuarios, y los servicios de atención de emergencias de la
Ciudad de México para teléfonos inteligentes con plataforma iOS y Android”;
Tercero, en el marco del Programa de “Estímulos a
la Investigación, Desarrollo e Innovación Tecnológica” implementado por el
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), “se asignaron recursos
federales en proyectos de la Ciudad de México por 260 millones de pesos”;
Cuarto, Programa Sectorial e Institucional de
Desarrollo Económico, donde, desde el año 2014, “se entregó por primera vez el
Premio “Ing. Juan Manuel Ramírez Caraza” a la Innovación Tecnológica en el
Metro de la Ciudad de México se ha otorgado el premio a 24 proyectos”; y
Quinto, Fomento a la Ciencia, Tecnología e
Innovación, con apoyos a varios proyectos, con resultados concretos en: a) Estimación
de las Emisiones Vehiculares, Gasto Energético y Exposición a Contaminantes
Atmosféricos, Asociados a los Reductores
de Velocidad en la Ciudad de México donde
“se concluyó que la velocidad del viento puede afectar en gran medida la
concentración de contaminantes en un área y que el uso del vehículo diésel
causa gran aumento en la concentración de PM 2.5, por lo tanto, los vehículos
que funcionan con base en este combustible representan una mayor fuente de
contaminación que aquellos que utilizan gasolina”, b) Atención a Solicitudes
de Apoyo para Proyectos de Innovación donde se “atendieron 100 solicitudes que
ingresaron por el canal establecido”, c) Taller y Diplomado en Periodismo
Científico, donde, “en colaboración con el Instituto de las Américas
de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos, se capacitó a 20
periodistas”, d) Laboratorio Móvil de Control de Calidad, “que se
adquirió en septiembre de 2014 e inició su operación en enero de 2015, y permite
apoyar de manera técnica en las auditorías que realizan las contralorías
internas en las labores de verificación de la obra pública; habiéndose realizado
180 muestreos de materiales asfálticos, 30 en terracerías y 50 en concreto
hidráulico y ha permitido realizar el levantamiento topográfico de 45
kilómetros de vialidades primarias, secundarias y de vías de la red del Sistema
de Transporte Colectivo, Metro”.
Por
lo que podemos concluir que las actividades en energías renovables e innovación
tecnológica reseñadas por el gobierno de la Ciudad de México no están a la
altura de la Capital Social del país que esperan ser.
En Morelos, debemos
dar seguimiento al Plan Estatal de Desarrollo 2013-2018, en particular a su
tercer y cuarto ejes rectores Morelos Atractivo,
Competitivo e Innovador y Morelos
Verde y Sustentable, donde “requerimos enfatizar el enfoque de la sustentabilidad
y apoyarnos en la visión emprendedora de empresarios comprometidos con el
estado y su gente, así como en el aprovechamiento de los recursos humanos
altamente calificados que representa la plantilla de científicos y tecnólogos
asentados en la entidad” y también “promover mejores prácticas culturales, políticas
públicas y uso extensivo de tecnologías que fomenten el respeto por el
ambiente, el uso ordenado de agua, energías limpias y el reciclado de desechos sólidos”.
¿Cómo iremos avanzando?
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