publicado en La Jornada Morelos el 7 de septiembre de 2015.
La transición energética, que lleva a una sociedad
de estar basada en los hidrocarburos a una que aprovecha las energías
renovables, es imprescindible para concretar el desarrollo sustentable. En particular,
para contrarrestar el Cambio Climático Antropogénico, reducir la concentración
de capitales, redistribuir geográficamente el poder político, aminorar la
inequidad social y disminuir la contaminación ambiental local, sí para todo
esto, es necesario cambiar a un sistema energético mundial distribuido que aproveche
plenamente a las energías solar, eólica y de la biomasa, entre otras. Sin
embargo, del análisis que hacemos más adelante, la transición energética no ha
empezado en México según el Tercer Informe de Gobierno, presentado por el
presidente Enrique Peña Nieto.
En
México, según el Balance Nacional de Energía 2013 (BNE 2013, © Secretaría de Energía,
primera edición, 2014), “en el transcurso de 2013, el consumo nacional de energía
alcanzó, por primera vez en México, el nivel de la producción de energía. Esto
derivado del doble efecto de una disminución promedio anual de 0.4% de la producción
desde 2005 y un crecimiento de 2.3% del consumo, durante el mismo periodo”. Lo
que, a pesar de ser un país exportador de hidrocarburos, indica que nuestra
independencia energética está en un serio riesgo. Asimismo, las energías
renovables aportaron a nivel mundial el 13.4 por ciento de la producción de
energía primaria; mientras que a nivel nacional aportaron el 7.0, incluyendo
las grandes hidroeléctricas: 1.7 por ciento, de geoenergía, solar, y eólica;
1.1, de hidroenergía; y 4.2, de la biomasa.
De
los muchos análisis que se hacen del Tercer Informe de Gobierno, donde el
presidente Enrique peña Nieto describió su visión del estado que guarda la Nación,
revisaremos la situación presentada de la transición energética. De las 10
medidas generales que dio a conocer para fortalecer el Estado de Derecho,
impulsar el crecimiento económico y combatir la desigualdad (http://www.presidencia.gob.mx/10-medidas-anunciadas-por-el-presidente-pena-nieto-durante-su-tercerinforme. Visitada en 20150902), el sector energético
se incluye explícitamente en el punto 9: “se acelerará el desarrollo de la
infraestructura nacional”.
Al
revisar el resumen ejecutivo de dicho informe (http://cdn.presidencia.gob.mx/tercerinforme/ResumenEjecutivo2014-2015.pdf. Visitada 20150902), encontramos que no
existe mención a las energías renovables y al concepto de energías limpias hay
dos. De acuerdo a la filosofía de la Reforma Energética, las energías limpias
están compuestas por las renovables y todas aquellas que la Secretaría de
Energía considere apropiado. La primera cita es en el rubro de “Reforma
Energética”: “en julio de 2015, se publicó el primer Programa de Desarrollo del
Sistema Eléctrico Nacional, que define los nuevos proyectos de transmisión y
distribución de energía eléctrica, necesarios para reducir los costos del
servicio y mejorar el acceso a fuentes de generación limpia”; y la segunda en
el rubro de “Crecimiento Verde”: “se lograron avances importantes en el fomento
de las energías limpias. En octubre de 2014, se publicaron los lineamientos
para los Certificados de Energías Limpias… (y) …en los primeros 6 meses de este
año, el 23% de la electricidad se generara con energías limpias, cerca ya del
25% planteado como meta para el final de la administración”.
Sin
embargo, al dar seguimiento a los indicadores de los programas planteados por
el Gobierno Federal se encuentran inconsistencias graves, tanto en relación a
los conceptos de “renovable” y “limpio” como a las metas cuantitativas al 2018.
En el anexo estadístico de este informe (http://cdn.presidencia.gob.mx/tercerinforme/3_IG_2015_ANEXO-ESTADISTICO.pdf. Visitada 20150902), se establece que en el Programa
Sectorial de Energía, página 369, en su objetivo sectorial 5, la “participación
de energías renovables y tecnologías limpias en capacidad instalada de
generación de electricidad en el Sistema Eléctrico, en porcentaje, llegó en
2014 a 27.7, se prevé llegue en 2015 a 28.5 y la meta al 2018 es de 34.6”.
También, se observa que en el Programa Especial para el Aprovechamiento de las
Energías Renovables, página 371, en su objetivo 1, el “porcentaje de capacidad
de generación de energía eléctrica instalada en proyectos de energía renovable
llegó en 2014 a 24.8, se prevé llegue en 2015 a 27.5 y la meta al 2018 es mayor
o igual a 32.8”. Las cifras planteadas en este anexo estadístico al 2018 son
realmente las metas establecidas en el Programa de Cambio Climático al 2030.
Finalmente,
al revisar las últimas cifras no provisionales publicadas y de acuerdo al
citado BNE 2013, para ese año, la capacidad efectiva de generación eléctrica
(Cuadro 55) en MW, correspondía a: Total, 53496; hidroeléctrica, 11508;
geotérmica, 823; eoloeléctrica, 597; y solar fotovoltaica, 6. De esta forma, si
incluimos a la hidroelectricidad de gran tamaño, que no hacen los demás países,
la participación fue del 24 por ciento y la participación de las renovables
“bona fide” fue sólo del 2.6 por ciento.
La
conclusión es que, en el Sector Energético Federal no se le da importancia a la
transición energética y sí se ha dado un giro muy peligroso al suplantar a las
energías renovables por las limpias, cuya definición depende de criterios que
serán aplicados en cualquier momento por la Secretaría de Energía.
En Morelos, debemos establecer
indicadores precisos, confiables y validados de la generación, transporte y uso
de los energéticos y sus impactos ambientales, sociales y económicos; como
soporte para identificar y poner en marcha políticas públicas que nos permitan en
veinte años ser independientes energéticamente al aprovechar plenamente nuestro
excepcional recurso solar.
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