Las sociedades del mundo
han pasado por las eras nómada, agrícola e industrial. Algunas están en la era
de la informática y otras ya en la del conocimiento. Se debate sobre cuales
serán los mejores modelos educativos en el Siglo XXI. Algunos educadores están
impulsando el modelo de capacidades para, supuestamente, incorporar mejor a los
estudiantes a los mercados de trabajo. Lo que muchas veces se les olvida es
preguntarse es a qué mercados: el de la industria y el comercio del presente o
a los que existirán dentro de veinte años.
El Consejo Nacional de Investigación, de los Estados
Unidos, (NRC, por sus siglas en inglés) ha conducido una serie de actividades
para analizar el tema de las habilidades necesarias en el futuro en la
educación de hoy. La más reciente fue un taller, cuyas conclusiones fueron publicadas
por Judith Anderson Koenig, sobre “La evaluación de las Habilidades del Siglo
XXI”. (National Research Council. (2011). Assessing 21st Century Skills: Summary of
a Workshop. J.A. Koenig, Rapporteur. Committee on the Assessment of 21st
Century Skills. Board on Testing and Assessment, Division of Behavioral and Social
Sciences and Education. Washington, DC: The National Academies Press. Copyright © National Academy of Sciences). Los
participantes recogieron dos preguntas elaboradas con anterioridad en sendos
talleres del NRC. En 2005, analizaron: ¿Existe un conjunto de evidencias que
apuntale una taxonomía de habilidades del Siglo XXI que estén ligadas al
bienestar de los individuos y de la sociedad? En 2007, abordaron: ¿tenemos
evidencia de modelos efectivos para enseñar las habilidades del Siglo XXI por
medio de la educación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas? Estos
dos talleres identificaron y definieron un conjunto de cinco amplias
habilidades para el Siglo XXI: adaptabilidad, comunicación compleja y
habilidades sociales, solución de problemas no rutinarios, autogestión y
autodesarrollo, y pensamiento sistémico.
En 2010 tuvo lugar un
tercer taller, diseñado para contestar las siguientes preguntas: ¿Cómo pueden ser
evaluadas las habilidades del Siglo XXI?, ¿qué evaluaciones de estas
habilidades están ahora disponibles y qué tan bien lo hacen?, ¿qué necesita ser
desarrollado para tener más evaluaciones de estas habilidades? y ¿cómo debemos
utilizar los resultados de estas evaluaciones? Los participantes estuvieron de
acuerdo en que los estudiantes deben tener habilidades para pensar críticamente,
resolver problemas, interactuar efectivamente con otros, y conducir su propio
aprendizaje, sus emociones y su desarrollo; no sería apropiado para el alumno y
la sociedad sólo enfocar a la escuela en aspectos académicos. Es más, la
enseñanza y la evaluación de las habilidades del Siglo XXI deben estar
integradas a los conocimientos académicos. Pero, ¿sabemos cómo evaluar estas
habilidades? La respuesta depende del tipo de habilidades. Si son habilidades
cognoscitivas, la respuesta es sí. Sabemos como desarrollar evaluaciones que
requieren del estudiante aplicar su conocimiento para evaluar evidencia y
realizar tareas que requieran otro pensamiento crítico y razonamiento
analítico. Si son habilidades interpersonales e intrapersonales la respuesta no
es tan directa, depende del propósito y uso de la propia evaluación.
Un tema de enorme relevancia, según los participantes de
este taller, es el grado de validez y de fidelidad de este tipo de
evaluaciones; es decir, ¿estas evaluaciones dan resultados precisos que
soportan las inferencias que se pretenden? Con relación al conjunto
cognoscitivo, como pensamiento crítico y solución de problemas, se considera
que se tiene un buen entendimiento de estos constructos (construcciones
teóricas para resolver problemas específicos)
cuando están considerados desde una perspectiva de un dominio
específico; tales como, problemas de física o de psicología cuando son
evaluados en los exámenes de PISA. El problema surge con dominios generales
como entender la Ley de los Números Grandes y tratar de que los alumnos la
apliquen. Con relación a las habilidades interpersonales es muy difícil diseñar
evaluaciones para conocer a una persona en el contexto de una interacción
específica y determinar la forma más apropiada de responder, ya que se
involucran una mezcla de factores como actitudes, comportamiento y
conocimientos. Existen básicamente dos procesos de evaluación para estas
habilidades: Experiencias basadas en escenarios, donde los alumnos son
introducidos a un problema a través de mecanismos de la vida real, y en
experiencias basadas en portafolios, donde los alumnos conocen de las
experiencias vividas por otros alumnos y cómo aplicaron sus conocimientos en un
contexto específico. Con relación a las habilidades intrapersonales, su
evaluación también presenta un mayor grado de dificultad por la complejidad del
proceso involucrado, ya que se consideran la autodisciplina, retraso de
satisfactores, manejo de distractores y autorregulación, y hay que considerar
también si estas habilidades pueden estar separadas de la propia personalidad.
En Morelos, se podrían ya analizar las siguientes
preguntas para considerar las habilidades del Siglo XXI: ¿cómo serían los
sistemas de evaluación pertinentes? y ¿cómo se podrían implantar? Tal vez, se
deberían incorporar los constructos específicos en el currículo académico para
que su enseñanza sea parte del programa educativo.
1 comentario:
Sabemos lo fundamental que es contar con mecanismos de evaluación para poder medir resultados. También sabemos lo importante que es preveer con anticipación a donde queremos llegar (que resultado queremos obtener) para desde hoy, apuntar hacia nuestro objetivo. Sin embargo, rara vez aplicamos ambos conceptos al desarrollo de habilidades personales. Aquí encontramos lo importante que es preparar el objetivo, incluyendo la manera de evaluar si lo alcanzamos...
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