La actual
situación mundial se caracteriza por una reducción de reservas naturales
finitas, el cambio climático, graves desigualdades sociales y crisis
financieras; por lo que es imperioso establecer un desarrollo que tenga un
impacto benéfico y efectivo en las personas y en el planeta, de manera
simultánea. La conferencia mundial de Rio+20, celebrada en junio pasado, desafortunadamente
no produjo ningún compromiso vinculante nuevo entre los países. Las
declaraciones de gobiernos, empresarios, investigadores y organizaciones de la
sociedad civil coinciden en que no es una opción continuar con el modelo tendencial
de “seguir haciendo lo mismo” para resolver los graves problemas que
enfrentamos. Sin embargo, desde 1982, en las conferencias mundiales sobre el
tema los gobiernos no han logrado ponerse de acuerdo en qué hacer para mejorar
esta situación: en particular, ¿cómo cambiamos de curso? y ¿qué debemos hacer
para alcanzar un planeta donde vivamos seguros?
El Instituto Internacional para el Ambiente y el
Desarrollo (IIED, por sus siglas en inglés) organizó una reunión de dos días
llamada “Feria de Ideas” , durante el fin de semana anterior a la reunión
global de Rio+20 (2012 Earth Summit) con sede en la Pontificia Universidad
Católica de Río de Janeiro. Se reunieron casi 1,000 personas, entre políticos,
activistas ambientales, empresarios, investigadores y actores comunitarios,
para compartir sus ideas y experiencias sobre cómo alcanzar un cambio hacia el
desarrollo sustentable. Miembros del IIED escribieron un documento que resume
las discusiones, experiencias y propuestas ahí presentadas para encaminarnos en
la vía del desarrollo sustentable.
El documento
señala que en la “Feria de Ideas” se concluyó que la mejor manera de
transformar nuestro sistema económico es por medio de la “economía verde”,
acorde con tres criterios básicos: primero, mejorar el nivel de vida de las
personas y los países más pobres, al proveer trabajos, incrementar el acceso a
alimentos, energía y otros recursos, y reducir la vulnerabilidad a la
competencia y a los cambios sociales bruscos; segundo, reducir la brecha entre
los más ricos y los más pobres, tanto entre países como dentro de cada uno,
logrando una repartición más equilibrada y equitativa de nuestros recursos
finitos, y tercero, esta economía verde debe ser propiedad y desarrollada
principalmente a niveles local y nacional, surgiendo de las instituciones y
experiencias locales, ya que no puede ser exportada directamente de otras
sociedades.
Los
mensajes clave alcanzados en la “Feria de Ideas” son, según el documento: primero,
la transformación a una economía verde no reduce per se el desarrollo
económico, más bien logra que la población salga de la pobreza a través de un
mejor uso de los recursos naturales que esté asociado a los conocimientos
locales; segundo, los pobres en las ciudades enfrentan enormes problemas de
desarrollo que están interrelacionados con juegos políticos muy complejos, por
lo que es necesario que ellos se vuelvan actores responsables en las
organizaciones que promueven el bienestar de sus localidades; tercero, existen
diversas formas en que el sector privado promueva la sustentabilidad, asegurando
la repartición de beneficios, transparencia y solvencia, y cuarto, el
establecimiento de metas en el desarrollo sustentable focaliza los esfuerzos
generales y particulares, identificando cursos de acción que deben promover la
innovación y la acción.
En
la “Feria de Ideas” también se identificaron áreas prioritarias de
investigación, indica el documento: primera, ¿qué funciona y por qué?, ya que
es necesario obtener evidencias contundentes de métodos exitosos centrados en
la participación de pequeños productores y emprendedores locales y su
interacción con los mercados y con los actores más poderosos en sectores como
el agrícola, el forestal, el energético y el minero; segunda, ¿cómo invertir en
la resiliencia climática de zonas urbanas?, al analizar aquellas ciudades donde
sus habitantes han sido conscientes del cambio climático y han actuado para
prevenir problemas locales futuros; tercera, ¿cómo pueden establecerse metas
para el desarrollo sustentable que reduzcan las desigualdades?, al identificar
indicadores particulares que permitan dar seguimiento puntual a las acciones
seleccionadas, y cuarta, ¿cómo pueden ser alcanzados principios incluyentes en
una economía verde?, al entender e incorporar el valor del capital natural en
el contexto de nuestras fronteras planetarias y utilizar incentivos como pagos
por servicios ambientales en el contexto de la equidad y la sustentabilidad.
En
Morelos, debemos considerar las principales ideas motivadoras alcanzadas en la
“Feria de Ideas”, reportadas en el documento: escuchar las voces no
consideradas rutinariamente, como las de los pobladores locales conscientes de
sus derechos y expectativas; educar e innovar, para aumentar la participación
de la sociedad civil en la toma de decisiones políticas, incorporar valores
sociales a las disciplinas técnicas y encontrar nuevos métodos de transferir
conocimientos; lograr beneficios sociales, al identificar cómo las alianzas
público y privadas puedan entregar los beneficios sociales que las poblaciones
locales necesitan, y dialogar actuando, porque es necesario el acuerdo de las
mayorías sin interrumpir el progreso de la sociedad.
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