La energía eólica es la
que se obtiene cuando el viento mueve algún sistema rotatorio y se obtiene
energía mecánica, que se puede utilizar directamente como energía mecánica o
para generar electricidad. La energía solar fotovoltaica es la electricidad que
se obtiene al transformar la luz del sol a través de un dispositivo
semiconductor. El aprovechamiento de estas dos fuentes renovables de energía es
ya significativo para el sector eléctrico de países como China, España,
Alemania y Estados Unidos, entre otros. En México, su utilización es muy
incipiente porque la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no ha considerado
apropiado incursionar en pequeños y medianos sistemas de potencia. Sin embargo,
la Secretaría de Energía, en el Gobierno Federal anterior, sentó las bases
legales y normativas para impulsar la investigación y el desarrollo en este
campo, así como para instalar aerogeneradores eólicos en los sitios con más
potencial para aprovechar los vientos fuertes y constantes.
El 22 de noviembre
pasado, la Secretaría de Energía (SENER) publicó, en el marco de su “Iniciativa
para el desarrollo de las energías renovables en México”, cinco estudios detallados sobre
el potencial de las tecnologías eólica, solar fotovoltaica, geotérmica, biomasa
y cogeneración (http://www.sener.gob.mx/).
Estos estudios establecen que las
tecnologías presentadas son una realidad en el país y en el mundo, y tienen
importantes potenciales en el país que ya son competitivos técnica y
económicamente contra tecnologías convencionales. Participaron de manera activa
en el desarrollo de estos documentos diferentes actores de los sectores
público, social y privado del ámbito energético, como es el Fondo para la
Transición Energética y el Aprovechamiento Sustentable de la Energía, la
Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE), el Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) y la Corporación Internacional de Financiamiento (IFC) del
Banco Mundial.
En este artículo nos
restringiremos a describir los resultados presentados por la SENER relativos a
la energía eólica y a la solar fotovoltaica por su aplicación inmediata con
tecnología nacional integrada y su enorme potencial de corto, mediano y largo
plazos en México.
El
estudio sobre la energía eólica fue coordinado por la AMDEE y PwC (PricewaterhouseCoopers
International), en colaboración con Woodhouse Lorente Ludlow y el Centro
Nacional de Energías Renovables de España. La metodología de trabajo consistió
en la generación de una visión consensuada del sector eólico, dentro de la cual
se han entrevistado a más de 30 agentes clave, tanto públicos como privados; análisis
del marco regulatorio actual y estudio de mejores prácticas a nivel internacional;
análisis del recurso eólico en México; plan de acción competitivo;
cuantificación e identificación de acciones clave, y análisis de los beneficios
macroeconómicos, sociales y medioambientales.
En materia eólica propone el estudio las siguientes
nuevas medidas: fijación de objetivos de participación de energías limpias de
forma explícita por tecnología, así como la definición de mecanismos internos
para garantizar el cumplimiento de los mismos; modificación de la metodología
de planeación de nueva capacidad en el Servicio Público reflejando un costo más
preciso de la generación eólica; impulso del Pequeño Productor con reglamentos
que definan una estructura de remuneración a través de la banca a largo plazo y
sus objetivos de participación en la mezcla de energías para generar electricidad;
que la CFE y el Gobierno participen en el desarrollo de la nueva capacidad de
transmisión por parte de la CFE para el aprovechamiento del recurso eólico competitivo
en Oaxaca, y que se definan en la CFE los mecanismos necesarios para garantizar
que la capacidad pendiente de licitar se lleve a cabo en los plazos necesarios.
Si se llevan a cabo las medidas anteriores, entonces en
el área eólica el estudio espera los siguientes resultados: desarrollo de
12,000 MW eólicos competitivos adicionales en los próximos 8 años; incremento
del PIB en 167,000 millones de pesos (MDP) al 2020, equivalente al 1.1 por
ciento del PIB de 2011; incremento de la recaudación fiscal en más de 14,000
MDP, incluyendo más de 7,000 MDP por ISR; mayor articulación del territorio
nacional en el desarrollo social y generación de un nuevo sector eólico; generación
de empleo (más de 45,000 empleos); reducción del precio de la electricidad al incorporar
capacidad eólica competitiva en costos; reducción de emisiones de CO2
(mitigación de 23 millones de toneladas de CO2 de las emisiones
previstas para 2020), y cumplimiento de las metas establecidas en la Estrategia
Nacional de Energía y en el Programa Especial de Cambio Climático.
El estudio sobre energía solar fotovoltaica fue
coordinado por PwC (Pricewatercoopers International) con la
participación de Abengoa; GDF Suez; Acciona; General Electric; Alstom; Cooperación Técnica Alemana (GIZ); ACS/Cobra;
Heliocol; Asociación Mexicana de Biomasa y Biogás; Iberdrola; Asociación
Mexicana de Energía; Industrias Peñoles; Asociación Mexicana de Energía Eólica;
Industria Cogeneradora; Asociación Nacional de Energía Solar; Instituto de
Investigaciones Eléctricas; Banamex; Instituto Mexicano para la Competitividad;
Banco Interamericano de Desarrollo; Instituto Nacional de Ecología; Banobras;
Isolux Corsán; BBVA Bancomer; Mexxus Drilling; BK Partners; Nacional Financiera;
Banco Santader; PEMEX; Centro Mario Molina; Oficina de la Presidencia de la
República; Comisión Federal de Electricidad; ProMéxico; Cámara Nacional de las
Industrias Azucarera y Alcoholera; Red Mexicana de Bioenergía; Comisión
Nacional para el Uso Eficiente de la Energía; T-Solar; Comisión Reguladora de
Energía; Secretaría de Energía; Corporación Financiera Internacional;
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales; Desmex; Solartec; Element
Power; Secretaría de Agricultura, Ganadería; Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación; ENAL; ENEL Green Power; Universidad Autónoma de Chihuahua; ENTE;
Woodhouse Lorente Ludlow, y Gas Natural Fenosa.
En
el estudio se plantea un plan de desarrollo global para la energía fotovoltaica en México, que
consta de dos partes. La primera, el análisis de la competitividad de la
tecnología: volumen de recurso disponible en México; localización de los
principales focos regionales; regulación actual y principales fundamentos;
evolución histórica de la regulación; estimación del potencial de la tecnología
al 2020; identificación de las principales barreras al desarrollo; entendimiento
de los aspectos económicos de la tecnología; estimación de los costos de
generación, y competitividad de la tecnología. Y la segunda, la propuesta de
medidas e impacto al desarrollo: propuesta de medidas para el desarrollo de la
industria; impacto de las acciones en el desarrollo; ¿qué pide la industria?; ¿qué
ofrece la industria?; análisis de beneficios socio-económicos, e identificación
y análisis de externalidades.
En
materia solar fotovoltaica propone el estudio las siguientes nuevas medidas: impulsar
el desarrollo de la solar fotovoltaica en el Servicio Público de Electricidad,
en la modalidad de entrega de electricidad a la CFE, e incluir las externalidades
en la metodología de cálculo de costos de generación, dotar de visibilidad en
el mediano y largo plazos a la industria y establecer niveles de remuneración que
permitan a los bancos apoyar a los proyectos; simplificación de trámites
administrativos y permisos de interconexión, estandarizando y simplificando los
requisitos y procedimientos para acceder a contratos de interconexión; medidas
para capturar el potencial competitivo de la energía solar distribuida,
promover la utilización de la tecnología solar FV en viviendas y comercios
actuales, así como el desarrollo de nueva vivienda y proyectos; papel de
organizaciones internacionales y bancos de desarrollo, figuras clave dados los
actuales costos de financiación de proyectos, y plan de comunicación de los
beneficios, potencial y evolución tecnológica que permita romper con los actuales
“prejuicios” existentes y reúna información veraz y actualizada.
Si se toman las medidas anteriores, entonces el estudio
esperaría los siguientes beneficios en el área solar fotovoltaica: la instalación
de 1,500 MW fotovoltaicos al 2020; incremento del PIB de 31,400 MDP en el
periodo 2012-20, equivalente al 0.24 por ciento del PIB de 2011; incremento de
la recaudación fiscal de 2,600 MDP; generación de 12,400 empleos; reducción de emisiones
de CO2 (mitigación de 1.4 millones de toneladas de CO2 de
las emisiones previstas para 2020); disminución de las necesidades de
combustibles fósiles reduciendo las importaciones de gas natural licuado para
la generación eléctrica en un 2 por ciento al 2020; reducción de un 4 por
ciento en las pérdidas actuales de transporte y distribución; potencial reducción
de la demanda pico del sistema, y fomentar el impulso a la investigación y el
desarrollo nacional.
En Morelos, el Gobierno no puede desaprovechar esta oportunidad
para ya utilizar las energías renovables, en las que apostaron más de 60
instituciones, la mayoría extranjeras, al participar en los estudios. En
particular, tenemos una situación privilegiada para iniciar el aprovechamiento masivo
de la energía solar fotovoltaica, ya que tenemos el suficiente conocimiento
científico, tecnológico y de innovación, contamos con condiciones climáticas
excelentes, están empresas locales instalando ya correctamente los sistemas
pertinentes, y existen los empresarios interesados en invertir en un programa
de desarrollo regional. Seamos los primeros a nivel nacional.
1 comentario:
La Energía Solar es la utilización de la radiación solar que alcanza la tierra como método para darle energía a cosas de la vida diaria. Esta radiación se transforma en energía por medio de paneles solares. En http://www.enlight.mx observamos la importancia del uso de este tipo de energía solar para la conservación del ambiente.
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