Tener competencia es benéfico, hasta cierto punto.
Los individuos, las empresas y las naciones se vuelven más eficientes y
eficaces si tienen a alguien que deben superar para alcanzar una meta. Sin
embargo, las diferencias entre competidores deben ser razonables si no se
quiere que uno avasalle al otro. El terreno de juego debe estar parejo para
todos y la igualdad de oportunidades debe ser real. Las enormes brechas
económicas y sociales que existen entre países no permiten que el mundo avance
en promedio; pocos países avanzan en su bienestar y la mayoría retrocede.
Aquellos que dominan sin solidaridad y cooperación sólo lo harán por cierto
tiempo y después perderán su hegemonía. Se ha demostrado que exclusivamente los
programas que llevan a una situación en la que todos los actores ganan pueden
ser efectivos en el largo plazo.
Robert D. Atkinson,
fundador y presidente, y Stephen J. Ezell, analista principal, de la Fundación para la
Tecnología de Información y la Innovación, en Washington, D. C., Estados
Unidos, escribieron un artículo sobre la “Economía Global basada en
Innovación”, en la revista The Futurist de la Sociedad Mundial del
Futuro (Building the Global
Innovation Economy, The Futurist, January-February 2013, Vol. 47, No. 1. The Futurist › January-February
2013 (Vol. 47, No. 1)). Los autores consideran que impulsando la innovación a
nivel mundial, los problemas económicos urgentes que nos agobian podrían ser
resueltos
de manera que beneficiara a los individuos y a las naciones, y que las barreras
principales
son las políticas discriminatorias, la pandemia del egoísmo
individual y el miedo al futuro.
Los
autores plantean que todos los países están estableciendo estrategias
nacionales de innovación, reestructurando sus sistemas de impuestos y
regulatorios para ser más competitivos, apoyar a la ciencia y la tecnología,
mejorar su sistema educativo, e impulsar la inversión en tecnologías de
información y en utilizar mejor la banda ancha, entre otras. Sin embargo, está
emergiendo lo que ellos llaman la “innovación mercantilista”. Se trata de las
políticas nacionalistas que pretenden atraer o crear industrias con empleos
bien remunerados a costa de otros países, contrarias a la esencia de lo que
debería ser el sistema de comercio mundial. El mayor reto de la comunidad
mundial es crear un sistema global de innovación robusto con acciones de ganar
– ganar para todos los actores.
El
primer paso, indican los autores, es abandonar la teoría económica de la
ventaja comparativa, en la que se considera que cada país tiene alguna o algunas
áreas de producción que son superiores a las de los otros. En principio, si
cada país se concentrara en producir aquello en que lo hace más eficientemente,
entonces la producción mundial sería mayor y todos los países se beneficiarían.
Sin embargo, esta teoría solamente se utiliza para favorecer el libre mercado y
derogar las tarifas a las mercancías de importación.
También,
es fundamental ir más allá de esta teoría, lo importante es impulsar la
eficiencia dinámica (innovación) y la eficiencia productiva (productividad) a
niveles doméstico y global, señalan los autores. Para lograrlo, proponen tres
acciones: primera, establecer a la innovación y a la productividad como las más
altas prioridades en la agenda económica, enfocándose en temas como la propiedad
industrial, instaurando estándares globales voluntarios para las industrias y
reducir las políticas discriminatorias hacia la innovación local; segunda,
renovar las misiones de las agencias internacionales (Banco Mundial, Fondo
Monetario Internacional y la Organización Mundial del Trabajo, entre otras)
para apoyar la innovación global y erradicar las estrategias mercantilistas,
con la finalidad de expandir la productividad nacional, y tercera, reformular
los programas de ayuda internacional de los países desarrollados para impulsar
en los países en desarrollo la productividad local en los sectores no
comerciales, la erradicación de políticas mercantilistas y el financiamiento de
la ciencia, tecnología e innovación. También, proponen el establecimiento de un
Fondo Global para la Ciencia y la Innovación por parte de los países más
desarrollados.
En Morelos, debemos lograr que la
innovación sustentada en ciencia nos permita producir eficientemente para
satisfacer las necesidades locales, apoyar el desarrollo de las empresas
locales e incrementar el volumen de conocimientos para impulsar el desarrollo
sustentable. Además, debemos erradicar las políticas públicas que fomenten la
economía mercantilista.
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