En México durante
2008, la Organización Mundial para la Salud (OMS) estimó 14,734 muertes
prematuras a causa de la exposición a la contaminación atmosférica en
exteriores por la inhalación de partículas volátiles en el aire. Estas muertes
prematuras, además del impacto a la familia y a la comunidad, se traducen en
costos significativos que absorbe la sociedad mexicana. Es por ello indispensable
que los gobiernos federal y estatales tomen acciones de política pública para
abatir las concentraciones de estas partículas finas en las localidades en
donde se rebasan continuamente los límites establecidos en las normas mexicanas
y en las recomendaciones de la OMS; con la finalidad de reducir la mortalidad y
morbilidad de la población expuesta y garantizar a sus habitantes el derecho de
tener un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar.
María Tania López Villegas e Ingrid
Katherinne Pérez Rivas, del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC),
elaboraron el estudio “Valoración económica de los beneficios en la salud de la
población que se alcanzarían por la reducción de las PM2.5 en tres zonas
metropolitanas mexicanas” (D.R. © INECC, 2014). El objetivo del estudio fue
cuantificar estadísticamente las muertes que se podrían evitar si se redujeran
las concentraciones ambientales anuales de las partículas volátiles en el aire
de diámetro inferior a 2.5 milésimas de milímetro (PM2.5) a los valores
establecidos en la norma mexicana de partículas (NOM‐025‐SSA1‐1993)
y en las recomendaciones de la OMS respectivamente, así como los costos
monetarios asociados a estos impactos.
Es indudable que la exposición prolongada a concentraciones
ambientales de PM2.5 por arriba del umbral de “riesgo mínimo” causa efectos
importantes en la salud humana de la población. La evidencia internacional,
indican las autoras, señala efectos en el incremento de la mortalidad prematura
y la morbilidad especialmente por enfermedades respiratorias. La evidencia que
tenemos para México es consistente y confirma, a nivel local, los hallazgos
internacionales, en cuanto a los impactos de las PM en la salud. Asimismo, los
valores tendenciales de las concentraciones anuales en las zonas metropolitanas
y su comparación con los límites anuales normados en México y los recomendados
por la OMS muestran que las concentraciones anuales de PM2.5 de las redes de
las zonas metropolitanas estudiadas han estado tanto por arriba del límite
normado nacional como por el recomendado por la OMS. En 2010, las
concentraciones registradas en el Valle de México y Guadalajara eran 1.7, y 1.5
veces mayor al límite de la NOM y 2.5 y 2.2 veces el de la OMS,
respectivamente.
La valoración económica de los
beneficios en la salud humana, plantean las autoras, constituye un elemento
clave en los análisis costo‐beneficio de la mayor parte de las políticas públicas que pretenden
reducir el riesgo de la mortalidad de los individuos, tales como la salud
humana, seguridad laboral, condiciones ambientales y seguridad vial, entre
otras. En donde los beneficios en el ambiente, y en la salud humana, se
contrastan con los costos asociados a la implementación de una o varias medidas
de control de emisiones de los contaminantes del aire a fin de justificar su
inversión.
Asimismo, es
importante enfatizar que esta práctica de monetizar los impactos en la salud
permite sumarlos en un solo valor y así es posible compararlos con los costos
de la implementación virtual de medidas de control que mitiguen el riesgo de
estos impactos. La monetización de los casos de mortalidad prematura estimados
en el presente estudio se realizó utilizando el valor estadístico de la vida
estimado a partir de un meta-análisis de estudios realizado en Estados Unidos y
que se ajustó para México utilizando la variable del ingreso nacional bruto per
cápita.
La valoración económica de la mortalidad
prematura para las zonas metropolitanas muestra, según las autoras, que se tendrían
mayores beneficios económicos bajo condiciones OMS, en aproximadamente 1.6
veces, respecto a las condiciones NOM. En la ZM del Valle de México se
obtuvieron los beneficios económicos más altos alcanzando los 30 mil millones
de pesos bajo condiciones OMS, que en términos absolutos representa el valor de
mayor magnitud comparado con las otras ZM estudiadas. Los beneficios económicos
estimados en las ZM de Guadalajara y Monterrey son muy similares entre sí, pero
los de éste último son más altos. En condiciones NOM y OMS de reducción de
PM2.5 en las tres ZM se alcanzarían beneficios económicos en conjunto de 27 y
45 miles de millones de pesos, respectivamente.
Los
resultados de las estimaciones, realizadas por las autoras, de los casos de
mortalidad evitables al año bajo las dos condiciones de reducción de concentraciones de las PM2.5 en
el del Valle de México, Guadalajara y Monterrey para las enfermedades
cardiovasculares y respiratorias consideradas ascienden a 1,317 para las
condiciones NOM y 2,170 para las condiciones OMS.
En el diseño e implementación de
acciones que incidan de manera efectiva y eficiente en la reducción de las
concentraciones ambientales de las partículas suspendidas, es indispensable que
las autoridades de medio ambiente federal y estatal tomen en cuenta las
siguientes recomendaciones generales señaladas por las autoras: fortalecer los
sistemas de monitoreo actuales a fin de ampliar la cobertura de medición de las
PM2.5, así como la implementación de mejores prácticas de operación que
permitirán contar con información de mayor calidad; mejorar la certidumbre de
los inventarios de emisiones de contaminantes convencionales ya que estos
constituyen una pieza clave de información en la formulación de política pública
en este tema; revisar y en su caso actualizar la normatividad federal y local
que limita las emisiones de vehículos automotores, en especial los vehículos
que utilizan diesel; introducir tecnologías vehiculares más limpias, para lo
cual es indispensable contar con combustibles con bajos contenidos de azufre en
todo el país; y fortalecer las políticas de planificación urbana y ordenamiento
del territorio, donde la movilidad y la organización de la ciudad ocupan
posiciones prioritarias.
En Morelos, es indispensable que
evaluemos el impacto de las actividades económicas en el ambiente y en la
salud. No podremos establecer políticas públicas que incidan en el desarrollo
sustentable sin contar con información confiable que garantice análisis
beneficio-costo con la solvencia requerida.
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