En la actualidad, nuestro planeta se enfrenta
a la mayor crisis ambiental debida a las actividades humanas. Se están
provocando pérdidas y amenazas a su biodiversidad, las cuales han alterado el
ambiente a escala global, propiciando el cambio de uso de suelo, la alteración
de la movilidad de la biota y la modificación de los ciclos biogeoquímicos. El
origen de los cambios ambientales como una consecuencia directa de la
interacción entre los seres humanos y el medio ambiente se remonta al inicio
del desarrollo de la agricultura, hace más de 8,000 años.
Cristian Cornejo-Latorre, Centro de Investigaciones
Biológicas del Noroeste,
Jaime M. Calderón-Patrón, Centro de Investigaciones
Biológicas, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo,
y Liliana
Suarez-Ramírez, Facultad de Medicina
Veterinaria y Zootecnia, Universidad Nacional Autónoma de México, escribieron
el artículo “Los servicios ambientales y la biodiversidad”, en la revista Investigación
Ambiental 6 (1) 2014. El propósito de este trabajo es presentar un panorama
general sobre el concepto de los servicios ambientales y explicar su relación
con la biodiversidad.
El concepto de servicios ambientales permite
vincular explícitamente el estado y funcionamiento de los ecosistemas y la
calidad de vida de las poblaciones humanas, establecen los autores. Esta
relación puede ser directa o indirecta y los seres humanos pueden o no estar
conscientes de su existencia. La dependencia del hombre hacia los ecosistemas
se puede apreciar notablemente en las economías de subsistencia íntimamente
ligadas al entorno, donde las poblaciones obtienen de los ecosistemas todo lo
que necesitan para subsistir. Por su parte, en países con un desarrollo económico
consolidado y en constante crecimiento, esta dependencia no se aprecia directamente
ya que los servicios de los ecosistemas no llegan de manera directa a las
personas, al ser adquiridos a través de los mercados después de haber sido
transportados desde su lugar de origen atravesando diversos escalones de la
cadena productiva.
Actualmente se pueden distinguir cuatro tipos de
enfoques dedicados al estudio de los servicios ambientales, de acuerdo con los
autores: 1) la búsqueda de herramientas conceptuales y metodológicas interdisciplinarias
para el estudio de los servicios ambientales, 2) el análisis de los tipos de
servicios ambientales que proveen los ecosistemas o los componentes particulares
de cada servicio, 3) la valoración económica de los servicios ambientales, y 4)
el análisis de experiencias concretas que permitan maximizar el mantenimiento
de los servicios ambientales. También, se reconocen cinco grandes tipos de
funciones de los ecosistemas (regulación, hábitat, producción, información y
sustrato), de los cuales cada uno presenta diversos componentes, de donde se
desprenden bienes y servicios para las poblaciones humanas.
La pérdida de biodiversidad a escala global está
afectando el funcionamiento de los ecosistemas terrestres. Apuntan los autores
que de seguir con las tendencias actuales, es posible que se pueda rebasar el
umbral de la degradación ambiental, ocasionando un colapso en los procesos
ecológicos y ecosistémicos, afectando así la calidad y magnitud de los
servicios ambientales. El concepto de biodiversidad puede ser descrito en
términos del número, composición y distribución espacial de sus entidades
(genomas, especies, ecosistemas y paisajes), por la variedad de funciones
ecológicas e interacción entre sus componentes. Así mismo, la pérdida de los
componentes de biodiversidad puede tener distintos efectos en el funcionamiento
de los ecosistemas y por tanto en el suministro de servicios hacia la sociedad.
En la actualidad existe un amplio consenso en la
comunidad científica acerca de la relación entre la biodiversidad y los
servicios ambientales, según los autores. A través de estudios a diferentes
escalas espaciales y temporales con grupos biológicos diversos se han
demostrado las siguientes generalizaciones: a) la pérdida de biodiversidad
afecta a las comunidades ecológicas al reducir su eficiencia en la captura
recursos biológicamente esenciales, la producción de biomasa y el reciclaje de
nutrientes, b) la biodiversidad incrementa la estabilidad de las funciones del
ecosistema a través del tiempo, c) el efecto de la biodiversidad sobre los
procesos de los ecosistemas no es linear ni saturador, de modo que el cambio se
acelera a medida que se incrementa la pérdida de biodiversidad, d) las comunidades
diversas son más productivas porque contienen más especies clave, las cuales
influyen sobre la productividad y por las diferencias en los rasgos funcionales
entre organismos que incrementan la captura total de recursos, e) la pérdida de
biodiversidad a través de niveles tróficos (relativos a la nutrición) tiene el
potencial de influir sobre las funciones de los ecosistemas incluso con mayor
fuerza que la pérdida de biodiversidad dentro de niveles tróficos, f) los
rasgos funcionales de los organismos tienen grandes impactos sobre la magnitud
de las funciones de los ecosistemas.
La aproximación del estudio de los servicios
ambientales puede ayudar a mitigar los efectos negativos sobre la biodiversidad
debido a causas humanas, proponen los autores, porque a pesar de que el éxito
de la conservación se mide en términos biológicos, en la práctica también
implica un proceso social y político. También, es deseable establecer un marco
conceptual que vincule la investigación y la gestión ambiental, para poder
superar los modelos tradicionales en los que la sociedad y la naturaleza son
gestionados de forma independiente.
En Morelos, debemos establecer vínculos entre los
biólogos, ecólogos, técnicos ambientales, investigadores sociales, ingenieros y
los gestores y tomadores de decisiones para trabajar de forma conjunta,
reconociendo que nuestro bienestar y el de las futuras generaciones depende en
buena medida de la integridad y el estado de conservación de los ecosistemas.
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