publicado en La Jornada Morelos el 30 de noviembre de 2015.
A pesar de las declaraciones de que México
está entrando en la sociedad del conocimiento o de que tenemos una economía
basada en el conocimiento, la realidad es muy diferente. El 27 de noviembre
pasado, según la nota de Juan Carlos Miranda, Luis Videgaray, Secretario de
Hacienda y Crédito Público, declaró que “México no ha logrado pasar de un
modelo de manufactura maquiladora a uno de creación de valor industrial y,
también, que en México no hemos dado a plenitud, como ocurrió en otros países,
una transición entre el modelo maquilador y uno de industrialización de valor
agregado. Asimismo, que la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados
Unidos Mexicanos (CONCAMIN) presentó una propuesta de política industrial de
nueva generación para los próximos años basada en la competitividad, la
formación de talento y el encadenamiento productivo”. Esto en el marco de una reunión
del Comité Nacional de Productividad (CNP) (http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2015/11/27/mexico-aun-en-modelo-de-produccion-arcaico-videgaray-6759.html. Visitada en 20151127).
Dicho
CNP se creó como órgano consultivo del Ejecutivo Federal, cuyo objetivo es
recomendar políticas y proyectos concretos que permitan aumentar y democratizar
la productividad en México.
Está integrado por 21 entidades; 6 del
gobierno federal, 5 organismos empresariales, 5 asociaciones obreras y 5 entidades académicas. Trabajan en
5 temas para desinhibir el incremento de la productividad en el país: Formalización
de la economía, ya que la informalidad limita el crecimiento económico y la calidad
de vida de los mexicanos, considerando que las empresas formales en promedio son
dos veces más productivas; Innovación en ciencia y tecnología, ya que el gasto
en ciencia y tecnología en México es insuficiente, pues equivale al 0.4 por ciento del PIB, que contrasta
con más de 2 por ciento en promedio entre los países de la OCDE; Capacitación y
certificación de los trabajadores, ya que más del 60 por ciento de los
trabajadores en el país no han recibido capacitación y que la inversión pública
destinada a este rubro (0.03 por ciento del PIB) es veinte veces menor que el
promedio de los países de la OCDE; Incentivos laborales para la productividad y
la calidad en los centros de trabajo, ya que el 40 por ciento de las
organizaciones no implementan programas de incentivos y reconocimiento, y la
aplicación de los incentivos laborales está raramente ligada a la productividad
de las empresas; y Apoyo a las PyMEs y emprendedores, ya que en México éstas generan alrededor de 74 por ciento del empleo
y representan el 99 por ciento de las unidades económicas y, sin embargo
contribuyen con tan sólo 26.6 por ciento de la producción bruta, debido a los obstáculos
para el surgimiento de emprendimientos con potencial productivo y al
crecimiento empresarial, tales como el bajo acceso al financiamiento y la
limitada capacidad gerencial. (http://www.gob.mx/productividad/articulos/comite-nacional-de-productividad-cnp.
Visitada en 20151127).
En
la reunión del CNP, del 6 de noviembre pasado, en cumplimiento de Ley para
Impulsar el Incremento Sostenido de la Productividad y la Competitividad de la
Economía Nacional, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público presentó el
primer seguimiento anual de los indicadores en materia de productividad total
de los factores, cuyos índices de 2010 a 2013 fueron 98.8, 99.6, 100 y 99.4, y
mejoraron en 0.5 puntos; de productividad laboral, cuyos índices de 2010 a 2014
fueron 97.5, 99.1, 100, 100 y 101.9, y mejoraron en 4.4 puntos; de informalidad,
cuya tasa de población ocupada de 2010 a 2014 fue 59.7, 59.7, 59.8, 59.0 y
57.8, y que empeoró en 1.8 puntos porcentuales, aunque se debe considerar que
la edad mínima legal para trabajar paso de 14 a 15 años en el último año; e incremento
del valor agregado nacional en las exportaciones, cuyos índices de 2010 a 2014
fueron 28.6, 28.9, 29.7, 28.6 y 28.0, disminuyendo en 0.6 puntos. (http://www.gob.mx/productividad/documentos/primer-seguimiento-anual-a-indicadores-relacionados-con-la-productividad-y-la-competitividad-en-mexico.
Visitada en 20151127). Se puede concluir que no hubo avance en la producción y
la competitividad en México en los últimos cinco años que se tiene información
y que este tipo de mecanismo no ha demostrado agilidad en el pasado, ya que es
muy difícil lograr consensos entre 21 instancias que tienen objetivos y tiempos
de respuesta diferentes.
La
medición de la productividad de los diferentes factores que intervienen en el
proceso de producción ha estado dentro de la agenda de temas económicos, desde
que Robert Solow en 1957 propuso una manera de medir el cambio en el producto
que no está explicado por el incremento en los factores de producción, mediante
la estimación de un residual, que se utiliza para representar el término
productividad de los factores. Desarrollos posteriores incorporaron métodos
para medir este residual incorporando otros factores (energía, materiales y
servicios) y no solo capital y trabajo, que se concentran en lo que se conoce
como la contabilidad del crecimiento. Mediante la construcción de números
índices se puede estimar el residual y las contribuciones al crecimiento de los
factores que intervienen en la producción: Cuenta intersectorial, Cuenta
laboral, Formación bruta de capital fijo, Stock de capital neto, y
Productividad total de los factores. Este último incorpora el cambio
tecnológico, innovaciones técnicas, cambios en la manera de administración y
organización de las empresas, así como cambios en la composición social (Sistema
de Cuentas Nacionales de México (SCNM). Productividad total de los factores
Modelo KLEMS, Año base 2008, Metodología. DR © 2014, Instituto Nacional de
Estadística y Geografía).
Se
tienen ley, consejo nacional, propuestas de alto nivel y medición de
indicadores pertinentes y robustos. ¿Por qué no avanza la productividad y la
competitividad de nuestro país? Un factor clave es la falta de una política pública
que impulse la capacidad de innovar de las empresas; solo se apoyan casos
específicos de innovación. Por ver los árboles no apreciamos el bosque. Es
necesario crear un ecosistema que fortalezca “el potencial de idear, planear y realizar innovaciones a
partir del uso de los conocimientos tecnológicos y organizativos formales e
informales para cubrir las necesidades específicas de la firma, aprovechando
las competencias desarrolladas a lo largo de su sendero madurativo”, como es
definida la innovatividad por la Comisión Económica para América Latina.
En Morelos, debemos identificar y
operar un Sistema de Innovación Regional que permita asegurar que cada empresa
alcanza su mayor capacidad para innovar, y así tener un nuevo modelo de
producción basado en ciencias, naturales y sociales.
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