Como mencionamos en la entrega anterior, la transición entre la administración de la basura, restringida a su recolección y disposición, a un manejo integrado de la gestión de desechos, que debe atender cinco componentes claves: Reducir, Reusar, Recuperar, Reciclar y tratar los Residuos, requiere del esfuerzo comprometido de los sectores público, privado y social. El hecho de que la participación de los ciudadanos sea imprescindible ha causado a nuestros gobiernos estatal y municipal no afrontar directamente el problema. Además, alcanzar una situación de generar cero basura y que todos los desechos sean útiles es un problema de educación y capacitación de mediano y largo plazos. Es urgente ponernos ya en marcha y un buen ejemplo lo ha puesto el Estado de Washington, en Estados Unidos, al establecer en el año 2004 un plan de 30 años para trascender a los desechos.
El propósito de dicho plan, llamado Transcender los desechos, tiene como visión eliminar la mayoría de los desechos y de las substancias tóxicas y usar al resto de los desechos como recursos económicos o sociales. Su Departamento de Ecología desarrolló una serie de 16 indicadores que permiten conocer si las acciones tomadas están en la trayectoria deseada para alcanzar dicha visión. De 2004 a finales de 2009 ¿cómo van? Los indicadores que han mejorado son: el reciclado de desechos electrónicos aumentó de 30 a 45 por ciento; la generación de residuos tóxicos por dólar del producto interno del estado disminuyó en 50 por ciento; la concentración de mercurio en biosólidos disminuyó de cuatro partes por millón a sólo una y se ha estabilizado en los últimos años; el porcentaje de edificios verdes pasó de cuatro a 11 y para después bajar a ocho; la fracción de desechos sólidos que son reciclados pasó de 30 a 45 por ciento y se ha estabilizado; el reciclado de desechos orgánicos pasó de tres a 18 millones de toneladas por año y ha disminuido ligeramente; el riesgo de fugas de materiales tóxicos por los fabricantes bajó en un factor de cuatro y se ha estabilizado; la generación de desechos peligrosos disminuyó de 90 a 45 millones de kilos por año; el valor económico de los desechos sólidos recuperados anualmente pasó de 180 a 265 millones de dólares, y la fracción de pinturas recicladas pasó del 15 al 22 por ciento. Los indicadores que han permanecido estables son: la toxicidad de los pesticidas para jardinería a pesar de aumentar sus ventas, el reciclado de desechos peligrosos se ha mantenido constante en 50 millones de kilos por año, la cantidad de kilos de desechos generados por dólar del producto interno neto del Estado bajó ligeramente de seis a cinco, y la generación de desechos sólidos se ha mantenido en 16 millones de toneladas por año. Finalmente, los indicadores que necesitan mejorarse son: el índice del cambio climático del consumidor subió 10 por ciento y el índice de toxicidad ambiental del consumidor subió 10 por ciento.
Los beneficios de este Plan, como los establece el Departamento de Ecología del Estado de Washington en Estados Unidos, son: ahorra dinero a los ciudadanos, negocios y gobierno municipal, ya que los ciudadanos pagan menos por cobros relacionados con la basura y por bienes que no se necesitan, los gobiernos locales pueden invertir sus limitados recursos en reciclado y composteo más que en mantener rellenos sanitarios, y los negocios pueden gastar menos dinero en la disposición de desechos sólidos y tóxicos y en reducir las fugas de materiales tóxicos al ambiente; crea más y mejores empleos, ya que hacer reciclado y composteo son trabajos más limpios que los de los rellenos sanitarios y se necesitan más trabajadores; protege al ambiente, ya que hacer compostas, construir edificaciones verdes y reusar desechos reduce el consumo de energía y la emisión de gases de efecto invernadero comparado con extraer nuevos materiales y manufacturar nuevos productos; cuida nuestra salud, ya que reduce o limita la exposición a elementos tóxicos en el agua y la atmósfera; y aumenta las ganancias de las empresas particularmente en el largo plazo, ya que el consumidor prefiere empresas responsables, las reglas internacionales son más estrictas y es necesario menos entrenamiento para nuevos empleados al querer permanecer en sus puestos.
En este plan existen cinco iniciativas: actuar con las empresas, reducir los desechos y materiales tóxicos de pequeño volumen, aumentar el reciclado de materiales orgánicos, impulsar fuertemente la construcción, operación y retiro de edificios verdes, y medir el progreso hacia los objetivos originales.
Cada iniciativa tiene sus metas a 30 años y recomendaciones para ser monitoreadas cada cinco años.
En Morelos sí es posible diseñar e implantar un programa gubernamental de estas características con la colaboración de los ciudadanos, los empresarios, los industriales y las instituciones de investigación, y además contar con el poder legislativo para que establezca las normas que aseguren su cumplimiento. Continuar con la tendencia en la administración de la basura es atentar contra la salud y el bienestar de los morelenses, y mostraría una incapacidad de los gobernantes y los legisladores para dar pasos en el camino del desarrollo sustentable.
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