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Cada vez se realizan más estudios, análisis y propuestas sobre el estado,
la conducción y el impacto de la ciencia, tecnología e innovación (CTI), tanto
a nivel internacional como nacional. Es imprescindible encontrar aspectos
particulares en que la CTI pueda coadyuvar a mejorar las condiciones
económicas, sociales y ambientales de nuestras sociedades y, en particular,
conocer e impulsar actividades generadoras de conocimiento que refuercen su
impacto positivo en la solución de los más importantes problemas nacionales y
estatales. Sin embargo, en las últimas tres décadas se han realizado estudios
de ranking o de jerarquización de países
o de regiones para comparar sus actividades económicas, sociales, ambientales o
de CTI. Esta jerarquización no es válida desde un punto de vista educativo,
político o estadístico. El establecimiento de un sistema de ponderación entre
indicadores siempre es discutible y puede causar serias interpretaciones
falaces. En cambio, el análisis comparativo de indicadores e índices sí permite
conocer las “mejores prácticas” y tomarlas como modelo a seguir.
El Foro Consultivo Científico y
Tecnológico, AC, publicó un libro titulado “Ranking Nacional de Ciencia,
Tecnología e Innovación 2013, Capacidades y oportunidades de los Sistemas
Estatales de CTI” (ISBN: 978-607-9217-31-0. DR Enero 2014, FCCyT), que continúa
su tarea de construir un acervo de información estadística de CTI de las 32
entidades federativas de la República Mexicana. Los autores de este libro, Gabriela
Dutrenit Bielous, María Luisa Zaragoza López, María Antonieta Saldívar Chavez, Elmer
Solano Flores y Patricia Zúñiga-Bello, realizan una revisión sucinta de los
estudios e indicadores de CTI elaborados por organismos internacionales, se
enfocan a los referentes nacionales e internacionales de rankings de
CTI, exponen los resultados nacionales que se consideran más significativos en
términos de capacidades y oportunidades en CTI de las entidades federativas, y ofrecen
resultados por entidad federativa.
El
estudio se realizó
siguiendo dos modelos, según los autores: primero, el modelo de Tablero de
Resultados de Innovación Regional (Regional Innovation Scoreboard) 2012 de la Unión Europea y,
segundo, un Análisis Multivariado de Componentes Principales, donde se calculan
los ponderadores de cada uno de los indicadores que integran las diez
dimensiones del ranking. Así, consideraron 58 indicadores y 122
variables. Este ranking es un indicador que, de acuerdo con los autores,
además de medir las capacidades de CTI, incluye elementos de desempeño económico
y social, que permite caracterizar las vocaciones económicas y de CTI de las
entidades federativas y que ofrece una mirada integral, desde la condición
particular de cada entidad y su ubicación en el entorno nacional. Los autores reiteran
que los estudios de esta índole son sólo un punto de referencia que contribuye
al análisis y los resultados no deben tomarse como absolutos.
Los autores presentan
resultados de carácter general. Sobresalen en el ordenamiento cinco entidades:
Distrito Federal, Nuevo Leon, Querétaro, Jalisco y Morelos. En contraposición,
en el extremo inferior se encuentran: Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Guerrero y
Campeche. Por otro lado, consideran significativos los datos particulares de
una docena de entidades a la mitad del ordenamiento propuesto, donde se ubican
estados que en algunas de las dimensiones seleccionadas han realizado esfuerzos significativos en la dinámica de sus sistemas
de CTI, lo que les permite avanzar algunas posiciones de acuerdo a esta metodología
2013: por ejemplo, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Tamaulipas, Baja
California Sur, Yucatán, Colima, Coahuila, Aguascalientes, Baja California,
Chihuahua y Sonora.
Sin embargo, debe
destacarse que de acuerdo con los métodos del ordenamiento presentado el Estado
de México ocupa el lugar 18 y el Estado de Guanajuato el 20. Resultados que son
totalmente anómalos con relación a otros estudios de ranking que los colocan en los primeros lugares nacionales por sus
elevadas capacidades educativas, de investigación, de innovación, industriales
y de financiamiento para la CTI.
Las posiciones asignadas
a Morelos por este estudio en cada una de las dimensiones seleccionas, con
respecto a las 32 entidades federativas, son: lugar 3, Personal docente y de
investigación y Género en la CTI; lugar 5, Productividad científica e
innovadora; lugar 6, Inversión estatal y federal en CTI; lugar 8, Componente
institucional; lugar 12, Tecnologías de la información y comunicaciones; lugar
14, Formación de recursos humanos; lugar 16, Infraestructura empresarial; lugar
17, Infraestructura académica y de investigación; y lugar 24, Entorno económico
y social. En términos generales, la posición otorgada a Morelos es la 5 de 32
entidades federativas.
En principio debemos
estar orgullosos de nuestra calificación. Sin embargo, debemos señalar que sólo
estamos en dos dimensiones arriba de 5, lo que indica que en el método de
ponderación utilizado se valorá mucho más a “personal docente y de
investigación” y a “género en la CTI” que a cualquier otra dimensión; en
particular, que a “entorno económico y social”.
También, el estudio selecciona
un conjunto de indicadores que considera de interés para cada entidad
federativa. En las mejores posiciones están: lugar 1, Impacto de la producción
científica por entidad federativa 2002-2011; lugar 2, Investigadores del SNI
por cada 10 mil de la PEA 2012, Recursos otorgados por el CONACYT para RH
respecto al presupuesto del estado 2010-2012, Suscriptores a teléfonos móviles
por cada 100 habitantes 2012, y Marco normativo de planeación de la CTI 2012; lugar
3, IES con programas de Licenciaturas en Universidades Tecnológicas por cada 10
mil habitantes de 20 a 29 años de edad 2011 y Cobertura de becas CONACYT 2012; y lugar 4, Relación
de género de investigadores SNI 2013. Y en las peores posiciones están: lugar
23, Tasa del presupuesto del Gobierno para CTI respecto al total de fondos
CONACYT 2010-2012; lugar 25, Matrícula de licenciatura afín a CyT por cada 10
mil de la PEA 2010-2011; lugar 25, Cobertura de programas de licenciatura
certificados 2013; y lugar 30, Vocación de la entidad federativa medida
mediante la productividad científica 2011.
En Morelos, debemos considerar con mucho cuidado éste y
cualquier otro estudio de ranking
sobre cualquier tema. En particular, analizar la metodología empleada para
descifrar detalladamente los elementos de ponderación que nos ayudaron y, por
supuesto, los que nos perjudicaron. También, es fundamental identificar qué
políticas públicas estamos aplicando para mejorar cada indicador planteado.
Finalmente, proponer políticas públicas con los mejores indicadores para medir
el avance del impacto de la ciencia, tecnología e innovación en nuestra
sociedad.
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